Tras victoria liberal, una mujer podría dirigir gobierno de Estonia

Por primera vez, el gobierno de Estonia podría ser dirigido por una mujer, Kaja Kallas, hija el ex primer ministro Siim Kallas, tras la neta victoria de la oposición liberal en las elecciones legislativas celebradas el domingo.

Bajo la conducción de esta jurista de 41 años, el liberal Partido de la Reforma superó claramente al Partido del Centro, del saliente primer ministro Juri Ratas, y seguido por el partido de extrema derecha EKRE, que tuvo fuerte avance por el apoyo de electores en las zonas rurales.

En ese cuadro, Reforma logró seducir a los electores con un programa favorable a las empresas, promesas de reducción de impuestos y de los planes de seguro ante el desempleo, para impulsar la creación de puestos de trabajo.

La cuestión de los impuestos y de los gastos del Estado dominó las campañas en este país báltico, miembro de la zona del Euro y de la OTAN.

La campaña también se caracterizó por una fractura entre las ciudades y las zonas rurales, y las tensiones relativas a una reforma del sistema de enseñanza en ruso, fuente de incertidumbre para una importante comunidad rusa.

El partido Reforma recibió el 28,8% de los votos, contra 23% de Centro y 17,8% para EKRE, de acuerdo con los resultados completos divulgados por la comisión electoral.

Con estos números, el parlamento de 101 plazas tendrá 34 asientos para los liberales, Centro tendría 26 y EKRE unos 19. Los conservadores de Partido Libre Pro Patria quedarían con 12 y el partido Social Demócrata unos 10.

Dos mujeres

Si Kallas tiene éxito en formar un gobierno, Estonia será gobernada por dos mujeres, ya que la presidencia del país es ocupada desde 2016 por Kersti Kaljulaid.

Firme defensora de la Unión Europea, Kallas anunció que se dedicaría de inmediato a "construir un gobierno y comenzar a administrar el gobierno con sentido común".

"Reforma tiene ahora dos opciones para formar una coalición: una con Pro Patria y los Social Demócratas, o con Centro. Para comenzar, deseamos consultar a todos los asociados potenciales", apuntó Kallas en una nota oficial.

La dirigente, sin embargo, recordó "fuertes divergencias" con Centro en tres tópicos: cuestiones fiscales, ciudadanía y educación.

Al ser consultado si Centro estaba dispuesto a participar de una coalición dominada por Reforma, el saliente primer ministro Ratas apenas respondió "por supuesto", sin ofrecer otros detalles.

Caso las dos fuerzas logren un acuerdo -como ya ocurrió en el pasado-, los dos partidos dispondrían de una sólida mayoría de unas 60 bancas sobre 101.

La única firme coincidencia entre los dos partidos es la continuidad de Estonia en la Unión Europa y en la OTAN, instituciones que son vistos como una protección contra hipotéticas ambiciones regionales de Moscú.

Los dos partidos también proponen una política de austeridad y limitación del gasto público.

Durante la campaña electoral, Centro se comprometió a aumentar las jubilaciones en 8,4% y a substituir la tasa única de impuestos a los ingresos, aunque Reforma criticó ese proyecto.

En cambio, Kallas también podría formular un llamado a los conservadores de Pro Patria y a los Social Demócratas para formar una mayoría de unos 56 diputados.