El gobierno del primer ministro François Bayrou enfrenta cuenta regresiva antes de moción de confianza en Francia
El primer ministro busca respaldo a un plan de ajuste de 44.000 millones de euros, pero la oposición anuncia un rechazo casi unánime que podría provocar la caída del Ejecutivo.
París, Francia/El gobierno del centrista François Bayrou vive días decisivos. En menos de dos semanas, el 8 de septiembre, deberá someterse a una moción de confianza en la Asamblea Nacional, donde pedirá apoyo para su plan de recorte presupuestario de 44.000 millones de euros. La oposición, sin embargo, ya adelantó que votará en contra, poniendo en riesgo la continuidad del Ejecutivo y abriendo la puerta a una posible disolución parlamentaria.
"Los diputados tienen trece días para escoger entre el caos o la responsabilidad", advirtió Bayrou, que asumió como primer ministro en diciembre y gobierna en minoría.
Con el respaldo del presidente Emmanuel Macron, convocará una sesión extraordinaria para presentar su declaración de política general y defender su estrategia de ajuste, destinada a reducir el déficit público, que alcanzó 5,8% del PIB en 2024.
Pero el margen de maniobra es estrecho. Tanto la Agrupación Nacional de Marine Le Pen como la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, además de ecologistas y comunistas, anunciaron su rechazo. Los socialistas, que eran la última esperanza de Bayrou, también confirmaron que votarán en contra.
"Los socialistas votarán contra la confianza", sentenció su líder, Olivier Faure.
El plan del primer ministro incluye medidas impopulares como congelar pensiones y prestaciones sociales en 2026, reducir el número de funcionarios, imponer un aporte adicional a los más ricos y suprimir dos días feriados, entre ellos el 8 de mayo, conmemoración de la victoria sobre la Alemania nazi, una decisión rechazada por el 84% de los franceses, según una encuesta del instituto Odoxa.
Puede interesar: Francia abre investigación judicial sobre la plataforma Kick tras la muerte del streamer 'Jean Pormanove'
Bayrou sostiene que el ajuste es indispensable para llevar el déficit al 4.6% en 2026 y al 2.8% en 2029, cumpliendo con los compromisos europeos y liberando espacio fiscal para incrementar el gasto militar en el marco de la OTAN.
"Existe una urgencia nacional por reequilibrar las cuentas y evitar el sobreendeudamiento", afirmó Bayrou en una conferencia de prensa.
La incertidumbre política ya impacta los mercados: las acciones de los bancos franceses cayeron ante el temor de inestabilidad, mientras que la deuda pública, que representa el 114% del PIB, genera inquietud en la eurozona.
Desde la oposición, Mélenchon habló de una "crisis de régimen" y pidió la salida anticipada de Macron, cuyo mandato concluye en poco más de un año y medio. Por su parte, Le Pen volvió a exigir la disolución de la Asamblea y nuevas elecciones legislativas.
En paralelo, circula en redes sociales un llamado a "paralizar Francia" el 10 de septiembre, dos días después de la moción, con apoyo de sectores de izquierda y algunos sindicatos como la CGT.
El futuro gobierno de Bayrou se decidirá en cuestión de días: si fracasa en conseguir apoyos, Francia podría entrar en una nueva fase de inestabilidad política y social.