Isabel II destaca la prosperidad que el autogobierno ha brindado a Escocia

La reina Isabel II resaltó hoy la prosperidad de la que Escocia ha disfrutado en los últimos veinte años, desde la creación de su Parlamento, y animó a sus representantes a seguir apoyando a los "pilares invisibles" de la sociedad, en un momento de gran convulsión en la política británica
La reina Isabel II resaltó hoy la prosperidad de la que Escocia ha disfrutado en los últimos veinte años, desde la creación de su Parlamento, y animó a sus representantes a seguir apoyando a los "pilares invisibles" de la sociedad, en un momento de gran convulsión en la política británica / EFE
Efe
29 de junio 2019 - 11:42

La reina Isabel II resaltó hoy la prosperidad de la que Escocia ha disfrutado en los últimos veinte años, desde la creación de su Parlamento, y animó a sus representantes a seguir apoyando a los "pilares invisibles" de la sociedad, en un momento de gran convulsión en la política británica.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha polarizado el escenario político, especialmente en el norte del país, donde se ha reabierto el debate acerca de la celebración de un nuevo referéndum de independencia, bajo el argumento de que la mayoría de escoceses rechazó el "brexit".

"Ha visto con gran placer, a lo largo de los años, crecer y prosperar a Escocia y he estado con ustedes en cada etapa de su vida parlamentaria, incluso en ocasiones históricas como la actual", dijo la reina, que definió la Cámara como "un foro para involucrar y unir a diversas comunidades" y "un hogar para el debate apasionado".

Ataviada con un vestido azul eléctrico y un sombrero floral a conjunto, la monarca estuvo acompañada de su hijo, el príncipe Carlos -conocido en Escocia como duque de Rothesay- y presidió una ceremonia plagada de simbolismos, que tuvo lugar en el espectacular hemiciclo, una sala de madera de más de treinta metros de altura.

La cita empezó con la llegada en coche de la reina, que fue recibida por el presidente del Parlamento, Ken Macintosh, que vestía la tradicional falda escocesa como es común en ocasiones especiales.

Su entrada estuvo precedida por el mazo de Escocia, que fue un regalo de la soberana al Parlamento en reconocimiento de su autoridad, cuando inició la quinta legislatura en 2016.

La corona de Escocia, símbolo del gobierno de Isabel II sobre la región, también tuvo un lugar destacado en el centro de la sala.

En el acto estuvieron presentes los llamados "Bebés del 1 de julio", un grupo de niños escoceses que nació hace veinte años, el mismo día en que se inauguró el Parlamento, así como los jóvenes del Conservatorio Real y el Coro Nacional, cuyas actuaciones se intercalaron con los discursos de los líderes de todos los partidos.

A la intervención de la monarca siguió la de la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, que destacó como la Cámara ha sido motor de "cambio y desarrollo" de la región y se comprometió a que siga sirviendo de lugar de "trabajo común", en un momento en que "la política puede parecer más divisoria y enfrentada que nunca".

La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que es la sexta en ocupar la jefatura del Gobierno regional, se ha comprometido a impulsar un nuevo referéndum de independencia del Reino Unido antes de que finalice la actual legislatura en 2021, después de que el 55 % rechazase la separación en la consulta celebrada hace cinco años.

El SNP sostiene que el "brexit" cambiará el escenario político y económico del país, por lo que considera que hay argumentos para impulsar una vuelta a las urnas que permita a Escocia decidir su encaje constitucional y, para ello, ha introducido ya en el Parlamento escocés la ley que regularía dicha consulta.

Sin embargo, para que se celebre un plebiscito legal y vinculante es imprescindible el acuerdo de Londres, que ha manifestado su oposición bajo el argumento de que la cuestión quedó zanjada, para al menos una generación, en la primera convocatoria.

Este debate divide a los escoceses y, según las últimas encuestas, habría entre un 45 y un 48 % de respaldo a la secesión.

Escocia votó mayoritariamente a favor del autogobierno en un referéndum que se celebró en 1997 y que se materializó dos años después con la inauguración del Parlamento, que en sus primeros años se ubicó en el edificio sede de la Iglesia de Escocia.

Ese mismo año se iniciaron las obras del actual enclave, obra del arquitecto español Enric Miralles, que falleció antes de que la Cámara fuese inaugurara en octubre de 2004.

El edificio, construido en piedra y con paneles de granito y madera que lo revisten, costó 431 millones de libras (unos 470 millones de euros) y desde el inicio estuvo rodeado de polémica por su ubicación, diseño y un sobrecoste diez veces mayor a los entre 10 y 40 millones de libras presupuestadas inicialmente.

Isabel II se despidió hoy de la sede de la soberanía escocesa acompañada por las notas del diputado Stuart McMillan, que es también el gaitero del Parlamento, y que eligió las letras del poeta local Robert Burns para desfilar por toda la Cámara y celebrar así el cumpleaños de la institución más importante de Escocia.

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