Macron exhorta a los franceses a la "unidad" y a superarse en 2019
El presidente francés, Emmanuel Macron, exhortó a sus compatriotas en su mensaje de fin de año a mantenerse unidos y a superarse en 2019, cerrando un año cuestionado en su política por el movimiento de los "chalecos amarillos".
"Dejemos de desconsiderarnos o de creer que Francia sería un país en donde la solidaridad no existe, en donde habría que gastar siempre más", dijo Macron en un discurso transmitido por televisión desde el Palacio del Elíseo.
"Podemos hacer mejor y debemos hacer mejor", lanzó.
El movimiento de los "chalecos amarillos" que protesta desde mediados de noviembre contra la política social e impositiva, desestabiliza al gobierno francés de Emmanuel Macron.
La "ira" de los "chalecos amarillos" en 2018 mostró "que no estamos resignados", dijo Macron el lunes por la noche.
El mandatario estimó que "los resultados" de las reformas impulsadas desde que comenzó el mandato "no pueden ser inmediatas y la impaciencia, que comparto, no puede justificar que se renuncie a ellas".
Sin nombrar a los "chalecos amarillos", Macron evocó en su discurso "el gran sufrimiento y una ira que viene de lejos: ira contra la injusticia, contra el curso de la globalización a veces incomprensible, ira contra un sistema administrativo cada vez más complejo y falto de indulgencia".
"Nuestro país quiere construir un futuro mejor que repose en nuestra capacidad de inventar nuevas maneras de hacer y de estar juntos; nuestro futuro se hará sólo con unidad y el esfuerzo de cada uno", insistió.
En este tradicional discurso, Macron aprovechó para referirse a las reformas de 2019, en particular la de la función pública y los seguros de desempleo. Evocó asimismo el "gran debate nacional" previsto a partir de enero y hasta marzo con el que espera sosegar el descontento de los "chalecos amarillos".
Durante su alocución, los "chalecos amarillos" siguieron con sus protestas. En Burdeos (suroeste de Francia) un centenar de manifestantes cortó el principal puente de la ciudad que cruza el río Garona, dificultando el tránsito de la sexta extensión urbana más importante de Francia.
En París, algunas decenas de manifestantes se mezclaron con los turistas y visitantes que acudieron a la avenida de los Campos Elíseos para despedir el año.
La mítica avenida parisina fue el escenario los últimos sábados de violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Unos 12.000 policías fueron desplegados en la capital, según las autoridades.