El Papa llama a impulsar la 'cultura del diálogo' en América Latina
El papa Francisco instó a a promover la "cultura del diálogo" en los países de Latinoamérica, algunos de los cuales pasan "momentos difíciles a nivel social, político y económico" y sufren la corrupción o crisis migratorias.
"De entre las muchas acciones que se podrían realizar considero que resalta por su importancia la promoción de una cultura del diálogo. Algunos países están atravesando momentos difíciles a nivel político, social y económico", dijo ante miembros de la Organización Internacional Italo-Latinoamericana, recibidos en audiencia.
Francisco destacó que "los ciudadanos que tienen menos recursos son los primeros en notar la corrupción que existe en las distintas capas sociales y la mala distribución de las riquezas".
"Sé que muchos países trabajan y luchan para lograr una sociedad más justa, promoviendo la cultura de la legalidad. La promoción del diálogo político es esencial", subrayó el pontífice argentino.
Rechazó el "diálogo de sordos" entre los países latinoamericanos con otros Estados e incluso Europa y reclamó "una actitud receptora que acoja sugerencias y comparta inquietudes".
"Es un intercambio recíproco de confianza, que sabe que al otro lado está un hermano con la mano tendida para ayudar, que desea el bien de las partes y estrechar vínculos de fraternidad y amistad para avanzar por caminos de justicia y paz", recomendó.
Por otro lado el papa llamó a encontrar las potencialidades de los países de América Latina que, señaló, "son ricos en historia, cultura y recursos naturales" y sus gentes son "solidarias", tal y como han demostrado en los recientes desastres naturales, dijo.
"Todos estos valores sociales están ahí pero tienen que ser apreciados para ser potenciados. No obstante estos bienes del continente, la actual crisis económica y social ha golpeado a la población y ha hecho que crezca la pobreza, la desocupación, la desigualdad social" y el maltrato al medioambiente, lamentó el papa.
Por todo esto pidió "un análisis que tenga en cuenta la realidad de las personas concretas", lo que ayudará a descubrir sus "necesidades reales".
Por último Francisco pidió "esfuerzos para dar respuestas concretas" y hacer frente a problemas como la emigración, de la que dijo que "gran parte de sus causas se podían haber afrontado desde hace tiempo pero nunca es tarde".
Denunció que en la búsqueda de una vida mejor de los inmigrantes muchos "sufren la violación de sus derechos, muchos niños y jóvenes son víctimas de la trata y explotados, o caen en las redes de la criminalidad y la violencia organizada".
"La emigración es un drama de división: se dividen las familias, los hijos se separan de sus padres, se alejan de su tierra de origen, hasta los mismos Gobiernos y los países se dividen ante esta realidad", explicó.