Bielorrusia intercepta un avión de línea y provoca la ira de la UE
Un caza bielorruso interceptó este domingo un avión de línea de la compañía Ryanair a bordo del cual viaja un activista de la oposición que, según esta última, fue detenido tras su aterrizaje imprevisto en Minsk, suscitando la ira en Europa.
El medio opositor Nexta afirmó que los servicios de seguridad detuvieron a su ex redactor jefe Roman Protasevich tras el aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de la capital del avión procedente de Atenas rumbo a Vilna.
Los líderes de las instituciones de la Unión Europea (UE) urgieron unánimemente a Minsk a permitir que "todos los pasajeros" puedan continuar su viaje tras esta "acción completamente inaceptable".
Varios países del bloque como Alemania, Francia y Lituania denunciaron los hechos, que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó de "terrorismo de Estado" y para los que pidió "sanciones inmediatas".
El Reino Unido, de boca de su canciller Dominic Raab, también advirtió al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, que se expone a "graves consecuencias".
La OTAN, por su parte, pidió una "investigación internacional" por este "incidente grave y peligroso", indicó su secretario general, Jens Stoltenberg.
El ministerio bielorruso de Interior confirmó en un primer momento en Telegram la detención de Protasevich, antes de suprimir este mensaje, constató una periodista de la AFP.
Según las autoridades, el avión desvió su trayectoria por una "amenaza de bomba".
Nexta indicó que el aterrizaje de emergencia se produjo por una "pelea" originada por agentes de los servicios de seguridad bielorrusos a bordo y que afirmaron que había un artefacto explosivo en el aparato.
El aeropuerto de Minsk, citado por la agencia de prensa oficial Belta, afirmó que la amenaza de bomba resultó ser "errónea" tras un registro del Boeing.
El presidente bielorruso dio personalmente la orden de que un avión de caza MiG-29 interceptara el avión tras esta amenaza, según su servicio de prensa.
Hacia las 17H15 GMT, la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, aseguró que el avión acababa de despegar de nuevo rumbo a Vilna, pero sin precisar si Protasevich viajaba a bordo.
- "Pelea con el KGB" -
Lukashenko se enfrentó en 2020 a un histórico movimiento de protestas que reunieron durante varias semanas a decenas de miles de personas en Minsk y otras ciudades de este país de unos 9,5 millones de habitantes.
Pero la movilización fue perdiendo fuelle ante las detenciones masivas, la violencia policial que ha dejado al menos cuatro muertos, el continuo acoso judicial y las fuertes condenas a prisión a activistas y periodistas.
En noviembre, los servicios de seguridad bielorrusos (KGB), herederos del período soviético, incluyeron a Protasevich, de 26 años, y al fundador de Nexta, Stepan Putilo, en una lista de "individuos implicados en actividades terroristas".
El actual redactor jefe de Nexta, Tadeusz Giczan, aseguró que agentes del KGB bielorruso estaban a bordo del aparato.
"Cuando el avión entró en el espacio aéreo bielorruso, los agentes del KGB originaron una pelea con el personal de Ryanair", asegurando que había una bomba a bordo, según Giczan.
Una portavoz de los aeropuertos lituanos dijo a la AFP que recibió como primera explicación por parte del aeropuerto de Minsk un conflicto entre pasajeros y la tripulación.
Según las imágenes del sitio web especializado flightradar24, el Boeing fue interceptado justo antes de la frontera con Lituania, país de la UE.
- "Pena de muerte" -
El medio Nexta, fundado en 2015, desempeñó un papel clave en la reciente ola de protestas contra la reelección en 2020 de Lukashenko, en el poder desde 1994, difundiendo consignas y compartiendo fotos y videos de las manifestaciones y de la represión.
La opositora bielorrusa en el exilio en Lituania, Svetlana Tijanóvskaya, condenó inmediatamente la detención de Protasevich y aseguró que el activista se enfrentaba a la "pena de muerte".
Esta ex república soviética es el único país de Europa que aplica la pena capital.
La represión de las autoridades bielorrusas le valieron a Minsk una batería de sanciones occidentales que condujeron a Lukashenko a aproximarse a su homólogo ruso, Vladimir Putin.