Expresidente guatemalteco rechaza el veto del ente electoral a su candidatura a diputado
Portillo, cumplió una pena de cárcel en Estados Unidos por corrupción.
El expresidente guatemalteco Alfonso, rechazó este martes que el ente electoral se opusiera a su candidatura a diputado para las elecciones de setiembre, y denunció presiones para evitar su participación.
"La resolución (...) que niega mi inscripción como candidato a diputado no me sorprende. Estábamos enterados de las presiones que grupos interesados venían ejerciendo sobre el Tribunal Supremo Electoral" (TSE), dijo Portillo en conferencia de prensa en la sede del derechista partido TODOS.
El lunes, el titular de Registro de Ciudadanos del TSE, Leopoldo Guerra, explicó que la negativa se basa en un artículo constitucional que establece que los candidatos deben de tener "idoneidad y honorabilidad".
De acuerdo con el expresidente, el órgano electoral no tiene las atribuciones legales para calificar la idoneidad y honorabilidad de una persona, e indicó que esto debe hacerlo el sistema de justicia.
Portillo indicó que se presentarán las impugnaciones correspondientes pero precisó que "ser candidato a diputado jamás me ha quitado el sueño", en referencia a que continuará con el proyecto político aunque no sea inscrito.
El expresidente, de 63 años, acusó a los partidos derechistas Libertad Democrática Renovada (Líder) y al oficialista Partido Patriota (PP), de ejercer presión "a través de sus tentáculos" en el ente electoral y en el sistema de justicia para dejarlo fuera de las elecciones generales de setiembre próximo.
Portillo regresó a Guatemala el pasado 25 de febrero tras purgar 1 año y 9 meses de cárcel en Estados Unidos por lavado de dinero.
El exmandatario había sido condenado por el juez federal de Nueva York, Robert Patterson, a 5 años y 10 meses, pero le fueron reconocidos los 3 años y 4 meses que pasó en una cárcel en Guatemala antes de ser extraditado a Estados Unidos en mayo de 2013.
Portillo fue encontrado culpable de lavar en bancos estadounidenses 2,5 millones de dólares, correspondientes a sobornos recibidos de Taiwán para queGuatemala mantuviera el reconocimiento diplomático a Taipei.
Previo a esa condena, había sido absuelto en tribunales guatemaltecos de un desfalco de unos 15 millones de dólares en el Ministerio de la Defensa durante su gestión.
Portillo fue el primer expresidente latinoamericano entregado por su propio país a la justicia estadounidense.