La inesperada muerte de Amano añade incertidumbre al conflicto nuclear iraní

La inesperada muerte de Yukiya Amano, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), añade incertidumbre al conflicto sobre el programa nuclear de Irán, en medio de una escalada de tensión entre Washington y Teherán que amenaza con romper el histórico acuerdo de 2015.

El OIEA anunció este lunes con "la mayor de las tristezas" la muerte del diplomático japonés, de 72 años, que dirigía esta agencia de la ONU desde 2009.

Amano falleció el pasado jueves, 18 de julio, pero su familia pidió que no se difundiera la noticia hasta la celebración, hoy, del sepelio, precisó a Efe la oficina de prensa del OIEA.

Aunque desde hace un año se sabía que sufría una enfermedad, cuya naturaleza no ha sido aclarada oficialmente, la noticia de su defunción ha sido inesperada. De hecho, la pasada semana fuentes diplomáticas informaron a Efe de que Amano iba a anunciar hoy mismo que dimitiría en marzo del año que viene, 20 meses antes de la expiración de su tercer mandato.

La razón de esa marcha anticipada era, a todas luces, el empeoramiento de su salud, que lo mantuvo alejado durante meses del trabajo y que incluso le impidió participar hace dos semanas en una sesión extraordinaria de la Junta de Gobernadores, el órgano ejecutivo del OIEA, sobre la crisis de Irán.

El OIEA es el ente encargado de vigilar el programa nuclear iraní y de verificar que el país cumple los compromisos que adquirió en 2015 por el acuerdo firmado con EEUU, Francia, el Reino Unido, Alemania, China y Rusia.

Ahora está por ver el impacto que tendrá que el OIEA haya perdido a su máximo responsable justo cuando Irán ha acelerado su programa atómico e incumplido el acuerdo de 2015, en respuesta a las sanciones de EEUU, que el año pasado abandonó al pacto unilateralmente.

"El secretariado (del OIEA) trabajará con los Estados miembros para que el impacto de esta desafortunada situación quede limitado al mínimo", aseguró hoy a Efe un portavoz del Organismo, que insistió en que hay un contacto continuo con los países del OIEA.

Mary Alice Hayward, una de las directoras adjuntas del Organismo, asumirá de forma interina su dirección. El sustituto de Amano debe ser elegido por la Junta de Gobernadores, cuya próxima reunión está previsto que comience el 9 de septiembre. El nombramiento debe ser luego ratificado por la Asamblea General, que se celebra del 16 al 20 de ese mes.

Es posible que se convoque antes una reunión extraordinaria de la Junta para acelerar el proceso de elección del nuevo director.

Según fuentes diplomáticas, entre los posibles candidatos está el argentino Rafael Grossi, actual embajador de su país en Viena y que entre 2010 y 2013 fue director adjunto del OIEA para Asuntos Políticos; el rumano Cornel Feruta, un estrecho colaborador de Amano, o Lassina Zerbo, el secretario ejecutivo de la Organización para la Prohibición Total de Ensayos Nucleares.

El OIEA fue una de las claves en las negociaciones que, impulsadas por el anterior presidente de EEUU, Barack Obama, acabaron con más de una década de conflicto alrededor del programa nuclear que Irán desarrolló durante años de forma clandestina, generando el temor a que tuviera como objetivo la fabricación de armas atómicas.

El acuerdo resultante entre Irán y las grandes potencias, firmado en 2015 en Viena bajo el nombre de Plan de acción conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), limitaba la manitud y el alcance de las actividades nucleares iraníes para asegurar que no podía desarrollar armas atómicas a corto plazo.

A cambio, el país vio cómo se iban levantando las sanciones internacionales a su economía. Salvo Estados Unidos, que ha vuelto a imponer severas sanciones a Irán, los restantes firmantes insisten en su voluntad de mantenerlo, a pesar de los recientes incumplimientos de Irán.

Los inspectores del OIEA confirmaron este mes que Teherán ha superado tanto el límite de 300 kilos de uranio enriquecido almacenado, como el enriquecimiento al 3,67 % de ese combustible que le permite el acuerdo.

La Unión Europea ha resaltado que estas medidas aún son "reversibles", por lo que ha pedido a Irán que dé marcha atrás. "Me preocupa el aumento de las tensiones en torno al problema nuclear iraní", indicó Amano el pasado junio durante la última Junta de Gobernadores en la que participó.

La UE, Estados Unidos e Irán lamentaron hoy la muerte del diplomático japonés, que llegó al organismo tras una larga trayectoria en la lucha contra la proliferación de armas nucleares.

La alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, lo recordó hoy como "un hombre de extraordinaria dedicación y profesionalidad, siempre dedicado al servicio de la comunidad mundial de la forma más imparcial".