Fuerzas afganas aseguran haber expulsado al EI de principal bastión
Las fuerzas de Afganistán aseguran que han expulsado al Estado Islámico (EI) del distrito oriental de Achin, su principal bastión en el país asiático, tras una operación en la que al menos un centenar de yihadistas murieron o resultaron heridos, informó hoy a Efe una fuente oficial.
El Ejército, la Policía y la inteligencia afgana desarrollaron esta operación durante los últimos siete días en ese distrito de la provincia de Nangarhar (este del país), dijo el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.
"La mayoría de las aldeas, alrededor de treinta, en el distrito, incluida Dehsarak, donde se localizaba la principal base del Daesh (acrónimo del EI en árabe), han sido despejadas y los militantes han huido a zonas montañosas remotas donde las fuerzas de seguridad afganas les persiguen", explicó el portavoz.
Khogyanai indicó que al menos un centenar de yihadistas fallecieron o resultaron heridos, aunque no precisó las posibles bajas entre las fuerzas afganas, que establecieron puestos de control para prevenir el regreso de miembros del EI a la zona.
Unas mil familias desplazadas por los combates volvieron a sus hogares.
La operación prosigue ahora en el vecino distrito de Nazian, de acuerdo con la fuente.
El EI está presente en al menos cuatro provincias del este y sur de Afganistán desde hace un año y tiene en Nangarhar su mayor bastión en el país asiático.
La OTAN estima que el EI dispone de entre 1.000 y 3.000 miembros en Afganistán, la mayoría concentrados en unos pocos distritos de Nangarhar.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha advertido del riesgo que plantea la presencia del EI en Afganistán y el informe de 2015 de Naciones Unidas sobre las víctimas civiles en el conflicto documenta por primera vez 83 ataques relacionados con el Estado Islámico, 82 de ellos en esta provincia.
La irrupción del grupo yihadista alteró el escenario de guerra de los últimos quince años en el país y llevó al Gobierno afgano, hasta entonces enfrentado solo a los talibanes, a establecer unidades especiales para combatirlo.
Las fuerzas estadounidenses desplegadas en Afganistán han incrementado sus acciones contra el EI en las últimas semanas, después de recibir luz verde de Washington para llevar a cabo bombardeos.
Estados Unidos mantiene a unos 9.800 soldados en Afganistán, de los que cerca de la mitad permanecerán más allá del final del mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero de 2017.