Inmigrantes protestan decisión de alcalde de Nueva York
Unas 300 personas, entre inmigrantes, profesores y representantes de entidades sociales, se manifestaron el martes delante del Ayuntamiento de Nueva York para pedir al alcalde Bill de Blasio que no dé paso al recorte que contempla el presupuesto del nuevo año fiscal y que eliminaría unos 5 millones de dólares destinados a clases para inmigrantes y educación para adultos.
Ahora, el consejo municipal tiene que aprobar el presupuesto propuesto por De Blasio.
Los manifestantes dijeron que si el recorte se aprueba, a partir del 1 de julio, cuando entre en vigor el nuevo presupuesto, se quedarían sin clase unos 4.100 estudiantes. En total, la propuesta del recorte es de 4.750.000 dólares para el programa de inmigrantes y de 750.000 dólares para un programa que ofrece formación a adultos.
La manifestación contó con el apoyo de Carlos Menchaca, del consejo municipal y presidente de la Comisión de Inmigración.
"Ahora estamos en negociaciones", explicó Menchaca y se expresó optimista.
"El alcalde conoce las necesidades que hay. Cuando aprobemos el presupuesto esta partida tiene que estar dentro", aseveró.
"Mucha gente va a perder sus trabajos y mucha gente no podrá asistir a clases", comentó por su lado Miosotys Rivera, una de las profesoras que imparte las clases a inmigrantes en la universidad pública CUNY.
El programa de inmigrantes, que puso en marcha el anterior alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, se imparte en centros de la universidad pública de la ciudad (CUNY, por sus siglas en inglés) y en casi treinta centros comunitarios.
"Estamos aquí porque necesitamos más oportunidades y porque posiblemente no quieren ayudarnos más. Hemos venido a decir que sí necesitamos esta ayuda", dijo el joven salvadoreño Saúl Vázquez, uno de los manifestantes.
Vázquez, que dejó El Salvador hace cuatro años, explicó que trabaja en un restaurante y que ahora está tomando clases de inglés en el centro comunitario del Bronx llamado SoBRo.
"Todos tenemos sueños. Yo quiero un futuro mejor para ayudar a la familia y por esto necesito aprender inglés, porque necesito un mejor trabajo. Si ellos (el Ayuntamiento) cortan esto, no tendríamos beneficios y los sueños de muchos quedarían abajo", dijo Vázquez.
En la protesta, organizada por la Coalición de Nueva York por la Educación de los Adultos, se podían leer pancartas que decían "Más inglés, menos miedo" o "No educación, no trabajo".
Junto con Sául Vázquez, se manifestaron muchos estudiantes que ven amenazadas sus clases como es el caso del mexicano Edilberto Sánchez, quien llegó a Nueva York hace unos siete años.
Actualmente, Sánchez trabaja de chef en un restaurante del barrio neoyorquino de Washington Heights y toma clases de inglés en un centro situado en la misma zona, Northern Manhattan Improvement Corporation. "Nuestra escuela necesita fondos para seguir estudiando", señaló.
Sánchez explicó que empezó a estudiar inglés, entre otras razones, para encontrar un mejor trabajo y poder ayudar a sus dos hijos pequeños a hacer los deberes escolares en inglés.
Tanto Sánchez como Vázquez forman parte de un programa de la administración Bloomberg creo hace dos años destinado a invertir un total de 18 millones de dólares en dos años (9 millones anuales) para ofrecer clases de inglés, preparación para homologar el diploma de secundaria y servicios legales a jóvenes sin documentación legal para que pudieran acogerse al programa de acción deferida aprobado por el presidente Estados Unidos, Barack Obama, en 2012.
Un programa destinado a jóvenes que llegaron a Estados Unidos de niños que permite, si cumplen con una serie de requisitos, evitar su deportación y obtener un permiso de trabajo temporal y renovable.
Kevin Douglas, miembro de la entidad United Neighborhood Houses, dijo que estaban sorprendidos que un alcalde, como De Blasio, "tan amigo de los inmigrantes proponga estos recortes y que son parte de una tendencia que viene de hace tiempo en reducir fondos para la educación de adultos, tanto para inmigrantes como para neoyorquinos".
Agregó que con el alcalde Bloomberg "vimos una inversión histórica de 18 millones de dólares. Ahora han reducido cinco millones de dólares de esos fondos, lo que es algo significativo y problemático".
Según Douglas, el año pasado el programa contó con 6 millones de dólares para clases. Aunque estaba destinado a jóvenes elegibles para acogerse a la acción diferida, el programa se amplió a todos los inmigrantes que necesitaran aprender inglés.