Publican reportaje sobre condiciones carcelarias durante la dictadura de Pinochet
La recopilación de las estremecedoras crónicas que el periodista Rubén Adrián Valenzuela escribió para el periódico chileno La Tercera tras infiltrarse en una cárcel de Santiago durante la dictadura y que, según el autor, "desató la ira de Pinochet" se publican en Chile 35 años después. Así lo aseguró Valenzuela durante una entrevista con Efe en la que relató el proceso de producción de "La cárcel por dentro", un reportaje vivencial publicado por capítulos entre diciembre de 1980 y enero de 1981 en uno de los periódicos de mayor circulación en el país austral.
Para escribirlo, el periodista bajo una identidad falsa, ingresó en la principal cárcel de Santiago, donde residió durante una semana en calidad de detenido e incomunicado y donde fue testimonio de un sistema "violento y corrupto". "Quería vivir en propia piel las infrahumanas condiciones carcelarias y descubrir si realmente existían las fugas organizadas de presos con el consentimiento de los funcionarios de prisiones", apuntó el periodista chileno.
"El relato de las experiencias dentro del centro penitenciario sacudió el país", aseguró Valenzuela, quien recordó que el periódico en el que se publicaron "agotó todas las ediciones y alcanzó los 14 millones de números vendidos". El reportaje, que fue publicado por la editorial española "Libros del Corral" y se presentará en Chile el próximo 18 de marzo en la Biblioteca Nacional de la capital santiaguina, pone en evidencia las "brutales condiciones" a las que estaban sometidos los presos, "quienes debían soportar las torturas sistemáticas y la constante corrupción de los funcionarios", destacó el veterano periodista.
La solidaridad que existía entre los internos es uno de los elementos que más impresionó a Valenzuela, quien aún recuerda cómo sus compañeros de celda le prepararon unos "huevos fritos con sabor a parafina" tras darse cuenta que el nuevo presidiario no había comido nada en dos días. La perversión de todo el sistema carcelario, que permitía que los funcionarios traficaran con la comida que les correspondía a los presos, es otra de las facetas del centro penitenciario que ocupa una posición central del relato testimonial de Valenzuela. "En algunas ocasiones, -relata el periodista- ellos ocultaban la comida de los presos y la revendían fuera de la cárcel o se la llevaban a su familia. Por supuesto, nosotros nos quedábamos sin cena", aseveró.
Preguntado por el impacto social del reportaje, Valenzuela aseguró que tuvo un efecto en la ciudadanía pero aseguró que, "desgraciadamente, las condiciones carcelarias no han mejorado mucho en Chile desde entonces". Es precisamente por este motivo que el periodista, que hace más de dos décadas que vive en España, dice que no volvería a escribir el reportaje puesto que: "hacerlo significa exponerte a un gran riesgo y creo que uno también debe pensar en su familia, yo no lo hice. Fui inconsciente."
"Sí vale la pena dar la vida por una noticia que logra cambiar la sociedad, pero en mi caso no lo logré", remarcó Valenzuela al recordar que, tras la publicación del reportaje, uno de los únicos funcionarios que le trató correctamente fue aleccionado y obligado a ser más duro con los presos. No obstante, el periodista está convencido que el periodismo de investigación "sigue siendo un arma interesantísima" que logra desvelar y poner en palabras lo que muchos otros no han tenido la oportunidad de contar.