Putin y Erdogan acuerdan en Ankara una mayor cooperación en conflictos regionales
El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, han acordado hoy en Ankara estrechar su colaboración en los conflictos de la región, especialmente en Siria e Irak. Putin llegó esta tarde en visita oficial a Ankara, donde fue recibido con honores militares por Erdogan, antes de pasar a una cena de trabajo con las delegaciones rusa y turca.
Luego, los dos líderes mantuvieron una entrevista personal que concluyó sobre las 19.15 GMT, hora a la que comparecieron ante la prensa para unas breves declaraciones, pero sin aceptar preguntas. El primero en hablar fue Erdogan, quien subrayó la excelente sintonía entre Rusia y Turquía desde que ambos países se reconciliaran hace un año, tras siete meses de tensiones diplomáticas.
"Nos hemos encontrado personalmente cinco veces este año y además hablamos continuamente por teléfono; hay pocos países que tienen una relación tan estrecha", dijo el líder turco. "Coincidimos plenamente en que hay que proteger la integridad territorial tanto de Siria como de Irak", añadió Erdogan en la comparecencia, transmitida por la cadena turca NTV.
Putin dedicó la mayor parte de su intervención a la situación en Siria, donde se está intentando pasar a la implementación del alto el fuego negociado el 15 de septiembre pasado en Astaná, la capital de Kazajistán. "En las negociaciones de Astaná en septiembre llegamos a un acuerdo de controlar conjuntamente cuatro áreas de alto el fuego en Siria, siendo los países garantes Rusia, Turquía e Irán", recordó Putin.
"Este éxito ha sido posible en gran parte gracias a los esfuerzos de Erdogan, y hay que continuar cooperando para parar esta guerra civil fratricida y para acabar totalmente con los terroristas", agregó. Respecto al referéndum independentista del Kurdistán iraquí, el lunes pasado, Putin solo recordó que la postura de Rusia ya había sido expresada por el Ministerio de Exteriores, en referencia a un genérico respaldo a la integridad territorial de Irak.
"Lamentablemente, las autoridades regionales han cometido un gran error, realizando el referéndum pese a todas nuestras advertencias amigables, y tenemos que prevenir que cometan errores aún mayores", dijo Erdogan por su parte, utilizando un tono mucho más tajante. Los dos líderes subrayaron la excelente evolución de las relaciones bilaterales tanto en el sector comercial como en el del turismo.
Confirmaron que los dos proyectos bilaterales más importantes, el gasoducto TurkStream a través del Mar Negro y la planta nuclear de Akkuyu, en construcción en la costa meridional de Turquía, continúan según lo previsto. Putin señaló que el turismo ruso con destino a Turquía se había multiplicado por once en los últimos siete meses, alcanzando los 2,5 millones de turistas.
Pero no hubo mención a los flecos que quedan por negociar en el sector agrícola, y que no se han normalizado aún tras la crisis de 2016, como la exportación de tomates de Turquía a Rusia, vetada aún. Tampoco se mencionó la compra de los misiles S-400 que Turquía está adquiriendo a Rusia para reforzar sus sistemas de defensa antiaérea.
Según han dicho altos cargos rusos y turcos en las últimas semanas, la adquisición ya está firmada y solo faltan por aclarar detalles financieros. Es una compra polémica porque según los expertos el sistema ruso será difícilmente compatible con los mecanismos de defensa de la OTAN en los que participa Turquía como miembro de la Alianza Atlántica.
Un alto cargo de las industrias de defensa turcas, Ismail Demir, dijo esta semana que Rusia empezaría a entregar los misiles en un plazo mínimo de dos años.