Bolivia inaugura su primer puesto anticontrabando en su frontera con Chile
El Gobierno de Bolivia inauguró hoy en la localidad de Charaña, fronteriza con Chile, su primer puesto militar adelantado para la lucha contra el contrabando de un total de diecinueve previstos en ese límite internacional orientados a evitar y controlar el ingreso de mercadería ilegal al país.
El inicio de esa tarea se efectuó con un acto en el que participó el presidente boliviano, Evo Morales, junto al ministro de Defensa, Javier Zavaleta, los miembros de las Fuerzas Armadas del país y pobladores de la frontera.
"El Gobierno nacional está instalando diecinueve puestos militares de avanzada en la frontera con Chile y seis en la frontera con Perú", detalló Morales durante su discurso y anunció que se gestiona una medida similar en la frontera sur con Argentina.
El gobernante indicó que el control fronterizo, en el que deben estar implicados militares y los habitantes de las poblaciones de frontera, es una manera "de hacer Patria" para proteger la industria nacional.
Morales aseguró que "sin contrabando y con salida al mar" Bolivia crecería al menos dos puntos porcentuales de su Producto Interno Bruto (PIB) que dijo pasó de 9.000 millones de dólares en 2006 a 40.000 millones en 2018.
La presencia del mandatario en esa importante población de frontera fue para "llamar a la reflexión a toda la población" y alertar que el contrabando "hace mucho daño y (da) mala imagen al pueblo fronterizo", aseguró.
"El Estado chileno con lo que nos mete contrabando gana mucha plata y nosotros perdemos y duele perder económicamente frente a una agresión económica extranjera", enfatizó el presidente boliviano.
A su turno, el viceministro boliviano de Lucha Contra el Contrabando, Gonzalo Rodríguez, mencionó que únicamente desde el puerto chileno de Iquique hacia la frontera boliviana se traslada mercadería "por más de 3.000 millones de dólares".
Los puertos de Iquique y Arica constituyen los principales enclaves de acceso de mercadería hacia Bolivia.
Rodríguez señaló que en la frontera con Chile, que abarca una longitud de unos 850 kilómetros, se han identificado alrededor de "118 caminos de penetración" hacia territorio boliviano y que la mayoría de ellos son clandestinos.
En el marco del plan Volcán se destruyeron en el último tiempo al menos 25 de esos caminos pero los contrabandistas han logrado rehabilitar contratando maquinaria pesada, aseguró Rodríguez.
Las autoridades bolivianas aguardan que con un mejor control del contrabando el crecimiento del país en 2019 sobrepase las expectativas y sea nuevamente uno de los mayores de la región suramericana.