Desobediencia en el encierro: la protesta del jefe de la izquierda en Colombia
La pandemia ha destruido millones de empleos, suspendido libertades y vigorizado gobiernos cuando las sociedades están inmovilizadas. Gustavo Petro, líder de izquierda en Colombia, cree que llegó el momento de protestar sin saltarse el encierro.
Lo que plantea este senador y exguerrillero de 60 años - con tantos fervorosos seguidores como críticos - son jornadas de "desobediencia civil" adaptadas al aislamiento.
¿Cómo? "Dejando de pagar servicios públicos, arriendos y deudas", precisa a la AFP.
Según él, la idea es forzar un golpe de timón ante lo que juzga como un manejo equivocado de la emergencia en Colombia, que imita lo hecho por los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro en Estados Unidos y Brasil, donde "se sacrifica" población antes que garantizarle mínimos para sobrevivir en cuarentena.
Con unos 50 millones de habitantes, Colombia es el quinto país latinoamericano con más contagios (218.428) y muertes (7.373) por la pandemia. Desde el 25 de marzo rige un aislamiento que se ha ido flexibilizando ante la debacle económica.
Sin un estado de bienestar como en Europa, un 30% de los hogares colombianos más vulnerables recibe subsidios de 45 a 50 dólares al mes, por lo que millones regresaron a trabajar a las calles.
Antes de la crisis por el virus, que ha destruido cinco millones de empleos y podría hacer despeñar la economía a niveles nunca antes vistos, el país lidiaba con 47% de informalidad laboral y el segundo índice de desigualdad más alto del continente, solo detrás de Brasil, según organismos adscritos a la ONU.
A finales del año pasado estalló un inédito movimiento de protesta callejera que el nuevo coronavirus acalló.
Pero ahora sacar "a la población a las calles, cuando estamos acercándonos al pico más feroz de la pandemia, sería irresponsable", concede Petro.
El exguerrillero logró llevar a la izquierda a lo más cerca que ha estado del poder presidencial en un país gobernado históricamente por élites liberales y conservadoras.
En 2018 perdió el balotaje con el hoy presidente, Iván Duque (ocho millones de votos contra 10,3 millones), asumió una curul en el Senado y este año desconoció al gobierno, ante la sospecha judicial de que la campaña del mandatario pudo haber ingresado dinero de un narcotraficante.
A continuación extractos de la entrevista:
- ¿Qué está proponiendo?
"La desobediencia civil (es) una continuación de la movilización popular que se hacía en las calles. Sacar a la población a las calles cuando estamos acercándonos al pico más feroz de la pandemia sería irresponsable. Pero hay unos unos métodos inventados en el mundo que nos han parecido coherentes con el cuidado de la vida. Es el método de desobediencia civil que practicó Gandhi y descubrió el señor Henry Thoreau (...) No se ha probado, no sabemos si va a funcionar. Si fuesen exitosas creo que podemos obligar al gobierno a una negociación de cambio radical de las políticas".
- ¿En que consistirían esas jornadas de desobediencia?
"Si uno mira las pesadumbres de una familia en Colombia, la encuentra arrinconada por la falta de ingresos. Hay una serie de gastos que deberían caer para tratar de mantener un equilibrio de subsistencia. Esos gastos tienen que ver con el pago de su arriendo, de su casa, el pago de servicios públicos y de deudas bancarias.
Allí hay un frente de desobediencia civil. Si la población deja de pagar deudas bancarias se puede obligar una renegociación con la banca. Si la población deja de pagar servicios públicos o arriendos igualmente. Y eso permitiría una mejor estabilidad en la familia si se quisiera que guardase una cuarentena estricta para salvar la vida".
- ¿Cuándo arrancan?
"La primera jornada de desobediencia debe ser convocada desde (las) organizaciones sociales. Yo le he pedido al Consejo Regional Indígena del Cauca, la fuerza más organizada de los indígenas que convoque a sindicatos de base (y) otras organizaciones vivas aún en el país y a partir de ahí lanzar las primeras jornadas de desobediencia civil (...) Se pueden organizar jornadas para el no pago de servicios públicos, sobre todo en donde ya es necesaria la cuarentena estricta como Bogotá y Barranquilla".
- ¿Pero esto no debilitaría la acción estatal contra la pandemia?
"Es que no se está haciendo ninguna. (...) Se convocó la cuarentena en un momento clave, esa cuarentena aguantó un mes e inmediatamente el gobierno comenzó a desactivarla, al punto que hoy la mayoría de la población está en las calles (...)
Hoy podríamos entrar a una cuarentena estricta, las asociaciones médicas lo han pedido. Hoy mismo el gobierno de Duque dijo que no. Es decir es Bolsonaro: no nos importa cuántos vayan a morir el todo es que se sigan produciendo ganancias en Colombia"
- ¿La desobediencia es contra el gobierno que cree ilegítimo?
"La desobediencia civil no es simplemente para protestar, eso se hace con papelitos y en redes. La desobediencia civil está pensada para cambiar políticas de gobierno y son políticas que tienen que ver con la pandemia y después será con la crisis y la manera de salir de una crisis".