El largo y espinoso camino de Colombia para alcanzar la paz
Cada vez que un pueblo pasa por un proceso de paz, la humanidad en su conjunto da un paso adelante.
Es un proceso que demanda despojarse de odios e ideologías para resolverse en sociedad de modo que puedan comprometerse con los acuerdos.
Irlanda, después de 500 años de guerra enseñó al mundo a superar sus odios en Colombia también puede darse esa posibilidad.
Colombia tiene la insurrección más antigua del continente al tiempo que su proceso de negociación destaca como el más largo de la región. Durante este tiempo surgieron nuevos conflictos e interrupciones pero también avances.
Para 1982, cuando se comenzó el primer proceso de paz en Colombia, no existían modelos internacionales para resolver una guerra civil a través de negociaciones.
Durante la presidencia de Belisario Betancur, entre 1982 y 1986 hubo un cambio importante porque se llegó a unos acuerdos del cese al fuego, se abrieron mesas de discusión sobre los grandes problemas del país y se plantearon reformas políticas como la situación agraria y se constituyó una comisión de paz.
En 1984 y 1985 se firmaron acuerdos con las FARC, el M-19 y el EPL.
Al llegar al poder Virgilio Barco, entre 1986 y 1990, su gobierno hizo una evaluación de la política de paz puesto que no había metas claras ni cronogramas o fechas límite precisas, había demasiados actores sociales involucrados. Durante este tiempo se rompieron los acuerdos del cese al fuego firmados con las FARC.
A finales de los 80, el M-19 se desmovilizó
En 1989, volvieron a tomar las riendas de las negociaciones, sobre la base de una dejación de las armas y la subsecuente incorporación política.
El gobierno del presidente Gaviria, entre 1990 y 1994, promovió la nueva constitución de 1991.
Cuando llegó al poder el presidente Ernesto Samper en el año 1994 uno de sus primeros actos fue pedir un informe sobre la voluntad de la guerrilla.
Andrés Pastrana empezó en 1997, antes de llegar a la presidencia, la búsqueda de un proceso de paz con ese grupo armado. Mas la guerrilla aprovechó el proceso para fortalecerse militarmente y Pastrana dio por terminado el experimento el 20 de febrero de 2002, tras el secuestro de un avión.
El presidente Álvaro Uribe, quien gobernó durante el 2002 al 2006, negoció la paz con los grupos de autodefensa.
En octubre de 2004, en una declaración pública denominada "acto de fe por la paz", los paramilitares reiteraron su voluntad de desmovilización.
¿Cuántas generaciones transcurrieron desde entonces?
Los números a 2012 dieron cuenta de 220 mil muertos, al menos 25 mil desaparecidos y más 5,7 millones de desplazados y 27 mil secuestrados, además de unas 2 mil masacres, según datos del Centro de Memoria Histórica en 2014.
Es difícil hablar de paz para alguien que fue víctima. Por eso es un acto de entrega a la humanidad, porque ha de renunciarse a la venganza particular y a los conflictos ideológicos colectivos porque sólo conducirían a otros ríos de sangre. La venganza en solo un camino donde todos salimos perdiendo.
Apoyar la paz no tiene que ver con políticas partidistas y tampoco si se es derecha o izquierda, porque la vida de las personas no debe comprometerse con determinadas ideologías.
Quizás estos negociadores actuales de las FARC tienen una convicción más política y menos bélica que sus predecesores y esto ha favorecido el cese de hostilidades, porque en peleas de elefante, siempre ha de perder el pasto.
Sería una gran pérdida si no se avanza hacia una reconciliación. No será fácil, no se ha mencionado que lo sea. Es un paso y muy importante para salvaguardar a las generaciones que empiezan a crecer y también histórico dado este lunes 26 de septiembre de 2016 para que los colombianos puedan darse esa oportunidad que bien se merecen y que el mundo entero celebra.