Tribunal condena a ex policía por masacre en Guatemala
Un tribunal condenó el lunes a 90 años de prisión a Pedro García Arredondo por la muerte de 37 personas, entre ellas Vicente Menchú, dirigente campesino y padre de la ganadora del premio Nobel de la Paz en 1992 Rigoberta Menchú, en la quema de la embajada de España en Guatemala en 1980.
El Tribunal de Mayor Riesgo "B" también lo encontró responsable de la tentativa de asesinato del sobreviviente Gregorio Yujá -quien fue rescatado con vida del incendio y llevado a un centro asistencial pero luego fue secuestrado y asesinado- y del ex embajador Máximo Cajal y López, quien sobrevivió, y de dos estudiantes universitarios que fueron asesinados mientras asistían al funeral de las víctimas del incendio.
La sentencia fue dividida así: 40 años por la muerte de 37 personas, la tentativa de dos homicidios y deberes contra la humanidad, y 50 años más por la muerte de dos estudiantes.
Según los testimonios aportados al proceso, campesinos, indígenas, obreros y estudiantes ingresaron a la sede diplomática el 31 de enero de 1980 para denunciar las atrocidades que cometía el ejército en sus comunidades en el marco de la guerra civil en Guatemala (1960-1996).
Los jueces determinaron que Arredondo, entonces un jefe policial a cargo de la sección denominada "Comando Seis", fue responsable de ordenar a policías no dejar salir a nadie de la sede diplomática mientras se incendiaba ni permitir el ingreso de los bomberos para rescatar a las víctimas, que gritaban cuando se quemaban vivas.
La jueza presidenta del tribunal Jeannette Valdés dijo al inicio de la lectura del fallo que el incendio "que se dio en la quema de la embajada ha tenido 35 años de buscar que sea apagado con el pronunciamiento de una sentencia, y hoy van a tener ustedes ese pronunciamiento con el cual se va a concluir ese fuego, por medio de un fallo justo, desprovisto de ideologías".
La jueza Sara Yoc leyó el fallo por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa y delitos contra los deberes de humanidad. Dijo que los testigos narraron paso a paso lo sucedido y que la policía nunca negoció la rendición de los campesinos que habían tomado la sede diplomática. También explicó que el condenado sabía muy bien que se quemaría la sede diplomática, pues una cámara de video lo grabó minutos antes saliendo del lugar.
En escuetas declaraciones vertidas a periodistas, García dijo que el fallo era injusto. El acusado purga de antemano una condena a 70 años de prisión por haber dirigido la desaparición forzada de otros dos estudiantes de la universidad estatal. Moises Galindo, su abogado defensor, explicó que la defensa apelaría el fallo y que no se probó que él participó en el hecho.
La premio Nobel se congratuló de la sentencia y dijo que el fallo era para dignificar el sistema legal de Guatemala.
"Es necesario que creamos aunque sea en una gota de esperanza y de justicia, y este es el ejemplo de que debemos acudir a la justicia y debemos trabajar para ello", dijo Menchú.
Al finalizar la lectura del fallo, la sala que estaba repleta de asistentes empezaron a aplaudir y a gritar: "asesino, justicia" al condenado.
Manuel Lejarreta Lobo, dijo que el fallo dignificaba la memoria de las víctimas y familiares, pues este había sido un crimen tremendo. "Ha roto una impunidad de 35 años, aunque sea solo un acusado", dijo el embajador.
El tribunal dijo que no habrá resarcimiento a las víctimas, ya que el querellante no solicitó las acciones en su momento.
Guatemala vivió un conflicto armado durante 36 años que dejó 200.000 muertos y 50.000 desaparecidos, según un informe elaborado por las Naciones Unidas.