Venezuela: expolicía detenido, en huelga de hambre
Un exjefe policial detenido, cuyo caso se ha convertido en una de las banderas de la oposición venezolana, comenzó una huelga de hambre para presionar una decisión sobre un pedido de libertad por las afecciones de salud que padece.
El excomisario Iván Simonovis, detenido en una cárcel militar a las afueras de la capital, comenzó la huelga para lograr una pronta respuesta de las autoridades judiciales, indicó José Luis Tamayo, uno de sus defensores. La defensa del expolicía solicitó el 26 marzo a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que se abocara a conocer la petición de una medida humanitaria.
Tamayo dijo al canal de noticias Globovisión que Simonovis, quien fue apresado nueve años atrás, "se vio obligado a iniciar una huelga de hambre ante la inercia de los tribunales venezolanos, del sistema de justicia en general, en brindar una respuesta".
El exjefe policial, de 53 años, padece "unas 19 patologías", entre las que se incluyen una avanzada osteoporosis y afecciones estomacales, indicó Tamayo. Su complicado estado de salud llevó a sus familiares y abogados a pedir su liberación para tratar sus afecciones, pero hasta el momento los tribunales no han aprobado su solicitud.
Simonovis, exsecretario de seguridad de la alcaldía de Caracas, fue condenado en 2009 junto con otros dos jefes policiales a 30 años de cárcel por la "complicidad necesaria en la ejecución de homicidio calificado, consumado" en las muertes de manifestantes pro-oficialistas ocurridas en medio del fallido golpe de abril de 2002.
Tarde en la noche del martes, sin mencionar a Simonovis o referirse al anuncio de la huelga de hambre, Maduro comentó que para los presos por la asonada de abril de 2002 "lo que tiene que haber es justicia".
El comentario de Maduro se produjo justo después de escuchar a Yesenia Fuentes, miembro de una organización que agrupa a los familiares de las personas fallecidas durante ese golpe.
La llamada Mesa de la Unidad Democrática ratificó la semana pasada la suspensión de los diálogos con el Ejecutivo a la espera de que las autoridades den respuesta a las exigencias de Simonovis.