Vietnam recuerda desconsolada al revolucionario Fidel Castro
Cerca de 16.000 kilómetros separan Cuba de Vietnam. Pero tras la muerte de Fidel Castro, Nguyen Thi Huong está desconsolada. Hace 43 años, en plena guerra de Vietnam, el líder cubano salvó la vida de esta joven comunista.
En septiembre de 1973, el líder cubano fue el primer dirigente extranjero en viajar a la provincia de Quang Tri, en el centro de Vietnam, que los comunistas acababan de conquistar.
El paso de Castro por el país asiático dejó una célebre foto en la que se le ve agitando la bandera del Frente Nacional de Liberación y una anécdota convertida en símbolo de la amistad entre las dos naciones comunistas: el rescate de Nguyen Thi Huong.
Esta comunista de tan sólo 17 años resultó herida por la metralla de una bomba estadounidense, durante la visita de Castro en la región.
"Intentaba detener la hemorragia con mis manos", cuenta a la AFP. "Antes de desvanecerme en la carretera, pude vislumbrar a un gran hombre blanco con una barba", prosigue Nguyen Thi Huong, que ahora es granjera.
Castro la llevó en su coche hasta un hospital. "Lo consideraba como un segundo padre. Sin él, habría muerto hace 43 años", dice llorando.
En el Vietnam comunista, desde el anuncio de la muerte de Fidel Castro, los diarios oficiales multiplicaron los panegíricos en memoria de un líder al que siempre se consideró como una aliado de la causa vietnamita.
"Cuba está dispuesta a dar su sangre por Vietnam", habría declarado Castro, una frase muy utilizada por la propaganda vietnamita.
El padre de la Revolución cubana tuvo una acogida digna de una estrella de rock durante su primera visita al país, en 1973. Miles de habitantes salieron entonces a las carreteras para ver a Castro, que fue a visitar a los soldados comunistas.
'Apoyo para los soldados'
"La visita de Castro en Quang Tri dio prestigio a nuestra lucha y confirmó nuestro derecho legítimo sobre esta tierra", opina el historiador Pham Xuan Nam.
"Fue una etapa importante y la afirmación de que Vietnam y Cuba eran hermanos y camaradas", añade.
Las relaciones se mantuvieron pese al derrumbe de la Unión Soviética y el final de la Guerra Fría. De hecho, el presidente vietnamita, Tran Dai Quang, fue el último jefe de Estado en visitar a Castro, el pasado 16 de noviembre, 10 días antes de su muerte.
Castro volvió a Vietnam en dos ocasiones: en 1995 y en 2003, cuando las relaciones entre Hánoi y Washington, el enemigo común, ya habían mejorado.
Cuba contribuyó incluso a la reconstrucción del país asiático tras la guerra y financió proyectos de infraestructuras.
Una foto del último viaje de Castro a Vietnam, en 2003, lo muestra charlando y riendo con el general Vo Nguyen Giap, bajo un retrato de Lenin. Giap, héroe de la batalla de Diên Biên Phu contra la metrópoli francesa, falleció a finales de 2013.
A diferencia de otros países, en Vietnam no se oyen críticas sobre el autoritarismo del dirigente cubano, allí se le sigue venerando, sobre todo entre los comunistas que lo vieron en Quang Tri en 1973.
"Nunca olvidaré su discurso cuando declaró que la bandera revolucionaria que sujetaba en la mano estaría un día en Saigón", recuerda, conmovido, Le Van Hoan, de 85 años.
"La visita de Castro fue un honor y un gran apoyo para los soldados de la región", dice este miembro del partido comunista, que aquel día lloró entre la multitud.