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Desgracia en las alturas: cada 15 días un obrero se accidenta y muere en Panamá
Mitradel habla sobre accidentes en obras en construcción
Una caída de apenas tres metros fulminó en un santiamén a José Mojica. Tenía 47 años y vivía en Cerro Batea. El domingo, en la obra muerta de un edificio en Transístmica se fue al vacío y se estrelló contra la base metálica de un elevador fuera de funciones. Lo mismo le pasó a Ramiro Mendoza hace siete meses. Y a Alexis González hace cuatro.
Según un informe del Sindicato de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), al que tuvo acceso TVN Noticias, en lo que va de 2016 ha muerto en accidentes, en promedio, un obrero cada 15 días. El 78% de ellos fue por “caída de altura”. El más dramático fue el 25 de enero, cuando otro se fue por el foso de un elevador, 19 pisos arriba. Tenía 45 años.
Gregorio Guerrel, asesor de Seguridad Ocupacional del sindicato obrero, asegura que la mayoría de los casos se ha dado por falta de supervisión del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel). “Sólo tienen 151 inspectores y 80 oficiales para más de 600 proyectos”, denuncia.
El Mitradel reconoce que el problema, en última instancia, está en sus manos como “Estado garante”, pero dice que la primera barrera de protección son los propios trabajadores y contratistas.
“Llevamos el control, para ir trazando planes de seguridad en proyectos… (pero) son situaciones que se dan”, sacude Rolando Fuentes, subdirector de Inspección del Mitradel.
Problemas permanentes
De acuerdo con la entidad, 12 obreros han fallecido en lo que va del año (25% más que toda la cifra de 2015). Si la tendencia se mantiene, 2016 cerraría, incluso, con más muertos que en 2014, el pico más reciente.
“Este año han habido muchos otros casos, pero no todos han sido fatales”, insiste Fuentes.
Sin embargo, el Suntracs asegura que hay un subregistro de casos. Ellos contabilizan 14.
Cuatro de esos ocurrieron en julio. El 1 de ese mes murieron dos personas, una aplastada y otra tras caída libre. Uno trabajaba para Conalvías y otro para la firma CMG, la misma patrona del obrero que falleció el domingo en Transístmica. DHN también registra dos.
El 11 de julio falleció otro trabajador electrocutado, en un proyecto de electrificación rural.
La estadística de los obreros revela que uno de los muertos tenía más de 60 años, otro 50 años, dos estaban en los 20, tres en los 30 y uno más no fue identificado. Lo curioso es que otros seis tenían 40 años. Eran avezados y estaban en plena etapa productiva.
“Hay abuso de confianza muchas veces”, insiste el Mitradel.
Sistema laxo
Pero para los obreros la situación describe un sistema laxo, en el que la seguridad termina siendo un asunto relativísimo. Según ellos, la inspección en fines de semana y en obras que están por entregarse es casi nula. El Gobierno dice que no.
Según el Código de Trabajo, si una empresa falla en sus protocolos de seguridad es sancionada con $500. Casi la mitad de un mes de salario mínimo que establece el convenio colectivo entre el Suntracs y la Cámara Panameña de la Construcción.
La sanción puede duplicarse por reincidencia, sostiene Fuentes, aunque para el ministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, la multa no sea una solución.
“Claro que no –punza Guerrel-, porque aún con eso sigue muriendo gente”.
