La notificación enviada por Ulloa es dirigida a la Iglesia Católica, en especial con los comités de seguridad de cada parroquia para tomar la decisión de cerrar los templos.

El aforo permitido en cada Iglesia es de un 25% Monseñor Ulloa, ve necesario que cada templo evalúe la viabilidad del cierre en las misas.