La generación que se graduó 25 años después
Clase 1989. Los graduandos estaban listos y ansiosos por recibir el diploma que los acreditaba como bachilleres, pero aún faltaba un bimestre para que concluyera el año escolar. Corría el mes de diciembre y el año había sido difícil por la situación sociopolítica y económica que atravesaba Panamá.
Entre protestas y suspensión de clases, el año académico había sido turbulento. Pese a ello, culminar formalmente la vida estudiantil y darle paso a la etapa universitaria y/o laboral era algo que veían con entusiasmo los graduandos.
Sin embargo, para la promoción del año 1989 eso no ocurrió. Al menos, no cuando estaba previsto porque con la invasión estadounidense para derrocar al entonces dictador Manuel A. Noriega el cierre del año escolar fue abrupto.
“Recuerdo que estábamos haciendo los exámenes bimestrales del tercer bimestre. El día 19 de diciembre fue el último día de clases que tuvimos. Después de la invasión, el Ministerio de Educación dio a la orden de que todo el que tuviera un promedio de 2.6 para arriba pasaba”, comentó Dabeyba Chan, estudiante de sexto año de la escuela secundaria Pedro Pablo Sánchez (PPS) en 1989.
Todo fue inesperado, había incertidumbre. “Quedamos sin ningún tipo de contacto entre nosotros, no había celular ni redes sociales. Nos quedamos sin baile de graduación, sin anuario, sin anillo…”, recuerda Chan. En esta escuela, éramos unos 500 estudiantes graduandos.
Como los registros se perdieron, no es posible precisar la cantidad exacta de graduandos del año 89, agregó.
Lo cierto es que con el paso del tiempo, fuimos una especie de “promoción fantasma” porque no hay registros de la graduación que no llegó en ese entonces, añadió Chan.
La promoción de la escuela PPS no fue la única que pasó por esa situación. Miles de estudiantes, tanto de escuelas públicas como privadas, corrieron la misma suerte debido a las circunstancias de la época.
Con la llegada de las redes sociales, algunos exalumnos de varios colegios panameños decidieron abrir grupos en Facebook para “conectarse” con sus excompañeros y poco a poco se fueron reencontrando. Este año, de hecho, hay evidencias en redes sociales de los reencuentros que pudieron materializarse en cenas o reuniones especiales entre exalumnos, tanto en ciudad de Panamá como en otros sitios del país.
GRADUARSE EN LAS BODAS DE PLATA
Chan contó que con la llegada del año 2014, al cumplirse las bodas de plata de la promoción de 1989, los exalumnos de la escuela secundaria PPS de La Chorrera decidieron organizarse para no dejar pasar inadvertida la fecha. La meta: “graduarse” en el mes de diciembre, con toga y birrete.
“Usamos las redes sociales que nos ayudaron a reencontrarnos”, explicó Chan. No fue fácil porque a muchos le perdieron la pista. Y aunque desde el mes marzo empezaron a hacer las gestiones para organizar el acto de graduación, no fue hasta el pasado 2 de diciembre cuando las autoridades del plantel dieron el visto bueno.
Así fue como en 17 días organizaron todo lo necesario para reunir a excompañeros, conseguir las togas, invitar a sus profesores de la época y demás preparativos. Lo lograron. La noche del viernes 19 de diciembre de 2014, la autodenominada “promoción fantasma” se graduó ante la mirada de sus familiares, incluyendo ahora a sus hijos, esposo o esposa, sobrinos y conocidos.
“Asistimos 67 estudiantes”, dijo Chan emocionada. “Fue maratónico reunir a la gente, pero lo que hicimos fue usar los recursos que teníamos, cada quien aportó desde la profesión que ahora ejerce”, agregó.
A la ceremonia de graduación, que se realizó en el gimnasio del plantel, también asistieron los profesores que les dieron clases, los trabajadores manuales que los veían a diario y hasta el director de la escuela hace 25 años, Carlos Alvarenga.
“El director nos dejó ser nosotros a los 17 años de nuevo… se rompió el protocolo durante la ceremonia”, dijo Chan.
El primer puesto de honor de la promoción, Yesenia Ríos, dijo que de esta manera lograban cumplir esa etapa “que nos hacía falta”. La emoción y la alegría de los “graduandos” se les veía a flor de piel; estaban felices, sonreídos.
“Generación fantasma 1989, sí existimos”, se leía en uno de los letreros que decoraba el gimnasio.
HOMENAJE AL EDUCADOR DESINTERESADO
De igual forma, en el acto de graduación se le hizo un homenaje especial al profesor de matemáticas Francisco “Pancho” Díaz, quien dio clases gratis después de la invasión a aquellos que necesitaban prepararse mejor para poder entrar a las carreras de arquitectura, ingeniería y demás afines en la universidad.
Cuando el profesor Díaz se puso en pie ante los presentes en el acto de graduación hubo una ovación que se escuchó en todo el recinto. “Había que hacerle un reconocimiento, nos dio clases varias semanas hasta que dejó a la gente preparada… él sabía que nos faltaban clases por dar y él las dio”, señaló Chan.
Con este tipo de reconocimiento, la idea era agradecer a educadores que se preocupaban por sus estudiantes, “eran profesores que iban a la casa y en ese época no había Mereb ni nada de eso... pero ellos se tomaban esa tarea como misión”, agregó Chan.
También se le hizo un reconocimiento al profesor Virgilio Escala, que ha impulsado durante más de dos décadasla banda de música de la escuela.
Según Chan, este fue el único acto de graduación de este tipo que se realizó en Panamá. “La gente no nos recuerda, pero sí existimos”, concluyó.
Esta y otras historias sobrela invasión estadounidense a Panamá, en 1989, las encontrará en el especial multimedia: "Ardor en la memoria. 25 años después del 20.12.89"."Ardor en la memoria. 25 años después del 20.12.89"