Estado de urgencia en Bocas del Toro: Terminal de transporte de Changuinola luce desértica
La escasez de combustible en la provincia de Bocas del Toro ha golpeado a trabajadores y conductores, mientras la población recurre a Costa Rica para abastecerse.
Ciudad de Panamá/La terminal de buses de Changuinola se encuentra prácticamente paralizada debido a las recientes manifestaciones y actos de vandalismo suscitados en la provincia de Bocas del Toro, lo que ha provocado un estado de urgencia declarado por las autoridades.
Aunque la terminal cuenta con más de 15 rutas regulares, solo unas pocas continúan operando: Changuinola – Finca 4, Changuinola – Theobroma, Changuinola - Almirante, Changuinola – El Silencio y Changuinola – La 60. Esta última solo dispone de cuatro de los doce autobuses habituales, muchos de ellos funcionando con sus últimas reservas de combustible.
La situación ha afectado gravemente a los trabajadores del área, como el señor Palacios, empleado en una finca bananera, quien relató haber esperado más de tres horas por un bus que lo llevara a su lugar de trabajo.
“No hay ruta y ya mi hora de entrar paso, creo que puedo perder mi trabajo. Llevo una semana que no he podido ir y no hay plata”, expresó.
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Los transportistas tampoco están exentos de la crisis. Daniel, conductor de bus en la terminal, señaló que el día anterior solo logró hacer cuatro recorridos, todos con muy pocos pasajeros y sin modificar el precio del pasaje.
“Si el combustible no entra, pues vamos a tener que cesar labores por la falta de diésel”, advirtió.
Además del colapso del transporte, la provincia enfrenta limitaciones en las telecomunicaciones y el acceso a productos básicos. Algunos residentes han optado por cruzar la frontera hacia Costa Rica para conseguir combustible, gas y alimentos para sus hogares y pequeños negocios.
La situación en Bocas del Toro continúa siendo incierta, mientras la población espera una pronta respuesta por parte de las autoridades para restablecer la provincia.
El Gobierno extendió hasta el domingo 29 de junio el estado de urgencia porque aún hay cinco puntos de cierre y deben garantizar la seguridad y devolver el orden tras los eventos de vandalismo efectuado por grupos que el Gobierno ha denominado como "pandilleros" y "delincuentes".
