Lo que no se vio en el día 20 del Mundial: enfrentamientos entre fanáticos y la amistad de Mbappé y Hakimi

Copa Mundial 2022

A por la tercera estrella: Francia venció a Marruecos por 2 a 0 en el Al Bayt Stadium y jugará contra Argentina el próximo domingo en la gran final que definirá cuál de las dos selecciones conquistará su tercera estrella.

Francia, con Kylian Mbappé como figura, lucha por no ceder su lugar en la cima
Francia, con Kylian Mbappé como figura, lucha por no ceder su lugar en la cima / Tolga Bozoglu
Valentina Varesio - Periodista Digital
14 de diciembre 2022 - 21:59

Doha, Qatar/Walid Regragui, el entrenador marroquí, se llamó “loco” por creer en ganar el Mundial. Al final de la semifinal, el mundo se dio cuenta de que estaba lejos de ser una locura - pero la realidad prevaleció y los franceses terminaron venciendo el partido, bastante cerrado, con una diferencia de 2 goles.

Cuando el equipo europeo abrió el marcador a los cuatro minutos, la sensación era de que iban a dominar al conjunto árabe en la cancha. Pero no fue así.

Marruecos luchó por contener a los franceses y estuvo cerca del empate primero en el minuto 25 y en el 43, este último en una chilena que hubiera sido uno de los goles más bonitos de la Copa.

La segunda parte comenzó con la máxima presión de Marruecos. Atrás en el marcador, el equipo se lanzaba al ataque y no dejaba respirar a Francia.

Sin embargo, la calidad individual prevaleció. Al minuto 35, Mbappé hizo una gran jugada: regateó a dos marcadores y pateó, pero el balón se desvió y encontró a Kolo Muani, que marcó su primer gol en la selección francesa.

Los marroquíes intentaron hasta el último minuto, pero no lograron marcar cuando lo necesitaban.

La presión de Marruecos se dio, en partes, gracias al apoyo de los miles de fanáticos presentes en el estadio. La fanaticada africana fue una de las más destacadas en Qatar, y estuvo a la altura del partido de hoy.

El himno marroquí retumbó en el Al Bayt Stadium antes del enfrentamiento y, mismo después de la derrota, no dejaron de alentar a la primera selección de África a llegar a semifinales.

Si el amor de los árabes por su equipo no cambió con la derrota, otra relación que solo se fortaleció después del enfrentamiento fue la amistad entre Kylian Mbappé y Achraf Hakimi.

Antes del juego, ambos se encontraron y mostraron su complicidad de una manera divertida.

Asimismo, después del pitido final, ambos se abrazaron e intercambiaron camisetas. Los dos se las vistieron al revés, para dejar en evidencia el nombre de su compañero de club.

Una vez más, los jugadores musulmanes aprovecharon para agradecer a su Dios, Allah, al fin del partido. Como protesta silenciosa, uno de ellos también levantó la bandera palestina.

Por el lado de Francia, la celebración fue absoluta. Es la segunda final seguida para el conjunto de Didier Deschamps, que festejó intensamente en el vestuario.

A pesar del clima ameno en Doha, la realidad en Francia y Bélgica fue de tensión y violencia. Enfrentamientos entre franceses, marroquíes y la policía ocurrieron en diferentes ciudades, debido a los conflictos históricos entre los pueblos.

Mucha tensión se verá en campo también en el próximo partido de Francia contra Argentina.

Ambas selecciones se han cruzado en juegos históricos en Mundiales y buscan marcas importantes con el trofeo: los franceses desean consagrarse bicampeones, lo cual solamente Brasil e Italia pudieron lograr, y los argentinos buscan cerrar un ayuno de 36 años sin ganar el torneo.

A la vez, los fanáticos del fútbol podrán acompañar este 18 de diciembre el duelo entre dos de los mejores jugadores del mundo, Messi y Mbappé.

Marruecos y Croacia, los dos semifinalistas derrotados, se enfrentarán por el tercer lugar el próximo sábado (17) a las 10 a.m.

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