Temible asesino aprovecha el partido de Argentina para escaparse de la cárcel

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Imagen ilustrativa / Pixabay

El hombre que cumple prisión perpetua por un femicidio que cometió en 1986 se escapó del penal mientras realizaba una visita controlada. La Policía finalmente lo pudo capturar, pero en su camino, robó, chocó un auto y mató a un hombre.

Momentos de extrema tensión se vivieron en la provincia de Córdoba, Argentina, cuando Roberto José Carmona, uno de los asesinos más sanguinarios del país, se escapó mientras realizaba una visita transitoria en el barrio donde vive su pareja. El criminal aprovechó la efervencia del momento en que Argentina disputaba su boleto a la final del mundial ante Croacia para violar los permisos de los que gozaba y escapar del centro penitenciario.

En su camino delictivo, el delincuente mató al chofer del taxi que lo trasladaba y robó un auto que después chocó.

Aunque las autoridades se mantienen investigando, los informes preliminares de cómo se dieron los hechos señalan que Carmona, quien estaba bajo custodia del servicio penitenciario de Córdoba donde cumple su condena a prisión perpetua por violar y asesinar a Gabriela Ceppi de 16 años en 1986, se escapó en un taxi, que luego sufrió un violento accidente en la intersección de las calles Santa Ana y Félix Paz. El conductor murió en el acto.

El siniestro quedó registrado por las cámaras de seguridad de la zona. Tras el impacto, el criminal se bajó del auto con un bolso en la mano y salió corriendo. A los pocos metros, de acuerdo con la reconstrucción que lograron hacer los investigadores, asaltó a una mujer a la que le robó un auto que luego chocó.

Rápidamente se montó un operativo cerrojo en la zona Sur de la ciudad capital y tras dos horas de búsqueda finalmente Carmona fue recapturado.

Asesino sanguinario

Como informan medios argentinos como Infobae, el historial delictivo de Carmona comenzó cuando tenía diez años, con robos menores, pero la virulencia de sus actos fue creciendo: en la madrugada del 15 de enero de 1986 violó y mató a Gabriela Ceppi de 16 años en la provicia de Córdoba. Por ese crimen, dos años después, fue condenado a prisión perpetua.

Ya preso en el penal de San Martín, en la provincia de Córdoba, demostró que era un tipo peligroso incluso para los demás detenidos. Una vez, luego de discutir con uno, le arrojó caramelo hirviendo en la cara porque no le “quería prestar” su mujer para tener sexo. A otro preso, Martín Castro, lo apuñaló sin llegar a matarlo. Pero no terminó ahí. A la noche, mientras dormía, le tiró aceite hirviendo en la cara.

La reacción del Servicio Penitenciario llegó tarde. Recién en 1994, luego de matar a Héctor Vicente Bolea, un preso con ascendencia en el resto de los internos, se decidió su traslado a la Prisión Regional de Chaco.

En la cárcel de Resistencia su actitud no fue diferente. En julio de 1997 saldó sus diferencias con Demetrio Pérez Araujo clavándole una suerte de “lanza” confeccionada con un palo de escoba. La Justicia lo condenó otras dos veces por los crímenes cometidos en ambas cárceles.

En julio de 2014 Carmona fue beneficiado con salidas transitorias por el juzgado de Ejecución Nº2 de la provincia de Chaco. Su conducta venía siendo buena hasta este martes 13 a la tarde, cuando reincidió en el delito.

*Con información de Infobae*

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