Escritores ponen en el radar al Terrorismo, Trump, la corrupción y Venezuela

Bloque 1: Perspectiva de los escritores sobre los atentados en Barcelona (Parte 1)

Los atentados terroristas de Barcelona, los desaciertos del gobierno de Trump, la corrupción y el escándalo Odebrecht, la situación de Venezuela y la Paz en Colombia, son los temas abordados en Radar por un grupo de destacados escritores y periodistas que asisten a la XIII Feria Internacional del Libro de Panamá, desarrollada en Atlapa del 15 al 20 de agosto.

Para el reconocido escritor colombiano, William Ospina, no existen soluciones policiales para enfrentar al terrorismo, y hasta que no desterremos las causas profundas de la violencia y no se haga lo suficiente para entender el fenómeno cultural que sirve de sustento estamos actuando de forma equivocada.

Los extremistas como los del llamado Estado Islámico -acota José Luis Sanz, periodista salvadoreño, buscan respuestas violentas porque estas instrumentalizan el miedo, por ello nuestra respuesta debe ser salir a las calles, reivindicar la paz como una voluntad, decirle no a la exclusión y la desigualdad y promover la convivencia y comprensión entre las personas, no importa su identidad o procedencia.

La escritora colombiana, Piedad Bonnett, opina que hay que buscar algunas de las causas en décadas de aplastamiento y discriminación de los migrantes. En tanto según Sergio Ramirez Mercado, el mayor de los escritores nicaragüenses vivos, existe una satanización de la cultura islámica y el extremismo criminal no tiene que ver con este espacio cultural sino con el fanatismo y la intolerancia.

Olga de Obaldía, escritora panameña, siente que son alarmantes las expresiones supremacistas de neonazis ocurridas esta semana y que el propio presidente de EU sea capaz de tener las declaraciones como las que ha tenido.

El periodista y escritor peruano, Raúl Tola, estima que el gobierno de Trump ha destapado el lado más oscuro de la personalidad de la sociedad norteamericana, mientras que Jorge Eduardo Ritter, cuanto ha ocurrido en los seis meses que lleva la actual administración, todo ha sido fracaso tras fracaso y hay mucha fanfarronería y palabrería. Olga de Obaldía, explica esta conducta errática señalando que Trump nos vendió el discursos de que podía manejar exitosamente el gobierno como empresario y ahora enfrenta los contrapesos de la sociedad norteamericana.

Al referirse a la corrupción, William Ospina dice que el problema consiste en que las élites económicas que nos han gobernado han convertido a la política en un próspero negocio en vez de un servicio público a la comunidad que los elige y lo que enfrentamos es una deuda con la democracia misma porque la corrupción está asociada el predominio del dinero en los procesos electorales.

En cambio Raúl Tola, afirma que en Perú la lucha contra la corrupción tuvo una batalla anterior, en el 2000, que terminó con los procesos al expresidente Fujimori y Vladimiro Montesinos y es paradójico que después de ese baño de mugre, los tres gobiernos que siguieron estén ahora implicados en el escándalo Odebrecht.

Piedad Bonnett considera que igual que el supremacismo blanco estuvo oculto debajo de lo políticamente correcto en EU, la corrupción ha estado aquí por mucho tiempo, tapada pero nos viene desde siempre.

Sergio Ramírez considera vital volver a la ética en la política y en la convivencia de la sociedad lo que va más allá de las ideologías, porque se han corrompido expresidentes de derecha y de izquierda. José Luis Sanz precisa que el problema no es desideologizar el pensamiento político, si lo es que políticos se corrompan distanciándose de las ideas con las que llegaron al poder.

Sobre Venezuela, William Ospina se declara defensor del chavismo por mas de 15 años, por su esfuerzo por beneficiar a los humildes en un continente tan injusto y permitirles el beneficio de la renta petrolera que siempre benefició a una pequeña élite económica, pero hoy, agrega, los procesos democráticos en Venezuela no están tan claros y considera que el presidente Maduro debe liberar a los presos políticos y convocar a elecciones libres y abiertas.

Olga de Obaldía propone que la legitimidad de Maduro se acaba con la violación de los derechos humanos y Piedad Bonnett se mostro a favor de que el pueblo venezolano siga presionando y resistiendo.

Existe un discurso de doble moral sobre Venezuela denuncia Ospina, porque la violencia y las violaciones de los derechos humanos en países como Colombia o México es incluso mucho mayor que en Venezuela pero no son atribuidas a sus respectivos gobiernos.

Sergio Ramirez, considera que en Venezuela estamos presencia del fracaso de un modelo político, social y económico, en su opinión Chávez respetó todos los procesos electorales incluyendo el plebiscito que perdió, en cambio Maduro ha desconocido las derrotas que ha sufrido en las urnas.

Sobre el proceso de paz en Colombia, Piedad Bonnett dice que debería tenernos a todos muy contentos pero, paradójicamente se ha acentuado un proceso de derechización en el país que amenaza con revertir lo que se ha logrado. Ospina alega que es importante ir mas allá de un diálogo con los guerreros, porque su desmovilización es apenas uno de los factores de la violencia.

Argumento que comparten José Luiz Sanz y Sergio Ramírez, ambos de países que vivieron una postguerra plagada de fracasos debido, principalmente, a que los acuerdos de Paz en El Salvador y Nicaragua no resolvieron la gran desigualdad y los enormes abismos de pobreza que prevalecen en la región. Hoy hay mas pobreza y la riqueza está cada vez mas concentrada en menos manos, razón por la cual, los ricos ha sido los mayores beneficiarios de la paz, concluyó Ramírez.

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