Nadie quiere jugar en los Lakers ni en los Knicks
Son las dos franquicias más valiosas de la NBA.
Por primera vez en su historia, los New York Knicks alcanzóaron 60 derrotas.
Los Lakers de Los Ángeles (2,600 millones de dólares) y los Knicks de Nueva York (2,500) son las dos franquicias más valiosas de la NBA, pero también dos marcas que han perdido brillo a nivel deportivo.
Ni la llegada de Phil Jackson salvó a un equipo que, por primera vez en su historia, alcanzó las 60 derrotas, mientras que en Los Ángeles planea la sombra de Kobe Bryant. La realidad es que ambos equipos tienen mucho dinero para gastar, pero los grandes nombres prefieren mercados más pequeños, pero exitosos. Marc Gasol estaba en la agenda de ambos pero en principio se queda en Memphis, mientras que Greg Monroe se marchó a Milwaukee, DeAndre Jordan a Dallas y LaMarcus Aldridge a San Antonio.
Los Lakers viven anclados en el pasado y utilizan los flashes de Hollywood para intentar captar refuerzos. No ha funcionado mucho: sólo Lou Williams (tres temporadas y 21 millones) y Roy Hibbert (traspasado) han llegado. Aldridge se reunió con ellos (Phil Jackson anuló su cita porque sabía que al jugador La Gran Manzana no le interesaba) y la franquicia de oro y púrpura se dedicó a ensalzar la ciudad de Los Ángeles.
Nada de hablar sobre el proyecto deportivo; algo que sí hicieron en un segundo encuentro sin convencerlo. Los Lakers se están acostumbrando a ser rechazados. En 2013 Dwight Howard huyó de aquel equipo de Los Cuatro Fantásticos —con Kobe, Nash y Gasol— y al año siguiente fue Pau el que dijo “no” a la oferta angelina. Kobe intentó convencer a su amigo Carmelo el pasado verano para que firmara con los Lakers, pero ambos decidieron que no era lo mejor. LeBron tampoco lo vio claro y se fue a Cleveland.