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Juez de Nicaragua archiva denuncia de excampeón mundial por injurias
Nicaragua/El nicaragüense también llamó la atención por dedicar palabras fuertes a sus rivales y a sus madres, subir comiendo a la báscula, fumar sobre el cuadrilátero o dejarse golpear en la cara en peleas de campeonato, sin mostrar dolor.
Un juez de Nicaragua ordenó hoy archivar una denuncia por injurias presentada por el excampeón mundial de boxeo, Ricardo Mayorga.
La Juez Tercero Local Penal de Managua, Nalía Úbeda, ordenó que se archivara el caso promovido por el excéntrico exboxeador contra Mauricio Martínez, quien supuestamente había injuriado a Mayorga al señalarlo por el robo de un teléfono celular.
Úbeda tomo la decisión porque los abogados del excampeón no presentaron pruebas del delito, con lo cual Martínez no enfrentará juicio.
Martínez ya había sido declarado culpable por los delitos de extorsión y chantaje contra Mayorga, el pasado 30 de junio, aunque su sentencia no ha sido anunciada.
La controversia entre el exboxeador y Martínez se originó dos meses atrás, cuando Mayorga apareció en un video viral, en el que se le miraba tomando un teléfono celular de una mesa e introducirlo de forma sigilosa en la parte trasera de su pantalón.
Tras el incidente, Martínez denunció ante la Policía Nacional a Mayorga por el supuesto robo del teléfono, pero las autoridades se negaron a tomar la acusación.
El exboxeador respondió con una demanda por los delitos de extorsión y chantaje interpuesta contra Martínez, a quien la justicia declaró culpable.
Mayorga, quien ganó dos coronas mundiales y varios millones de dólares peleando con los mejores boxeadores del planeta entre 2001 y 2015, ya ha enfrentado la justicia en al menos tres casos anteriores y siempre ha salido con éxito.
En julio de 2015 la Alcaldía de Managua condecoró al excampeón con la "Orden a la Excelencia Deportiva Alexis Argüello", por sus logros como atleta.
El nicaragüense también llamó la atención por dedicar palabras fuertes a sus rivales y a sus madres, subir comiendo a la báscula, fumar sobre el cuadrilátero o dejarse golpear en la cara en peleas de campeonato, sin mostrar dolor.
