Brasil confía en Dunga como técnico
Alzó la Copa del Mundo como capitán de Brasil hace 16 años en Estados Unidos, pero Dunga se propone ganarla ahora como entrenador en Sudáfrica. A pesar de su inexperiencia como técnico, Dunga está haciendo un buen papel como timonel del pentacampeón mundial y esto lo reconoce hasta el gran Pelé. Pero el verdadero desafío como entrenador lo tendrá en el Mundial, al que Brasil llega con la misión de conseguir su sexto título. "Cuando tengo un objetivo en la vida, no importa lo que está delante de mí, voy a ir tras él", proclamó Dunga. "Y ahora lo más importante para mí es la selección brasileña y nuestra meta de ganar la Copa del Mundo". Tras impulsar una renovación del equipo que fue eliminado en cuartos de final en el mundial de Alemania 2006, Brasil —bajo las riendas de Dunga— llega a Sudáfrica arropado nuevamente con el manto de favorito. Dunga se hizo cargo de la selección de su país sin haber tenido ninguna experiencia como entrenador, pero pronto demostró su valía y guió a Brasil a lograr resultados significativos, calmando las críticas de la afición y de los medios. El ex capitán de la selección nacional le imprimió a Brasil una nueva actitud. El resultado ahora prima sobre la vistosidad. La nueva filosofía de Dunga tendrá la prueba más grande en Sudáfrica, en donde sabe muy bien que otra cosa que no sea el título de la Copa del Mundo se considerará un fracaso, independientemente de lo bien que juegue el equipo o de lo productivo que sea. "Nosotros estamos ansiosos de comenzar ya", dijo Dunga. "Haremos lo que sea necesario para lograr nuestro objetivo. Todo ha sido muy bien planeado". Dunga fue un centrocampista defensivo conocido por su fuerte personalidad, y ha mantenido la misma tenacidad como entrenador. Sin importar el prestigio de los nombres, los jugadores brasileños han tenido que adaptarse al nuevo estilo. Los ejemplos claros son Ronaldinho, considerado por muchos como el mejor jugador de la pasada década, y Ronaldo, el máximo goleador en la historia de los mundiales con 15 dianas, que han sido excluidos de la nómina de 23 jugadores que disputarán el Mundial. "Siempre es lo mismo antes de cada Copa del Mundo", expresó Dunga. "Todo el mundo quiere hablar de esos jugadores que no están en el equipo... La gente siempre se queja. Pero yo voy a convocar a los que creo que ayudarán más a Brasil, independientemente de sus nombres". Tras reemplazar a Carlos Alberto Parreira luego de la eliminación de Brasil en los cuartos de final ante Francia en 2006, Dunga ha preferido convocar a jugadores de un perfil más modesto y que han demostrado su valía con resultados con la verdeamarela. "El entrenador de la selección brasileña siempre está en la mira de todos", señaló Pelé. "Pero nadie va a negar que Dunga lo ha hecho bien hasta ahora. Ha hecho un maravilloso trabajo y los resultados se pueden palpar". Luego de la renovación en el equipo impulsada por Dunga, Brasil ganó la Copa América 2007 y la Copa Confederaciones 2009, al tiempo en que terminó en la cúspide de la tabla en la larga eliminatoria sudamericana para el Mundial. También se apuntó victorias en partidos amistosos ante Argentina, Italia, Inglaterra y Portugal. No obstante, la verdeamarela tropezó en un nuevo intento de lograr la primera medalla de oro en el fútbol olímpico en Beijing 2008 y debió conformarse con el tercer lugar. Gracias a un Brasil que ha mostrado una mezcla perfecta de talento y compromiso, Dunga ha logrado ganarse el respeto de muchos que dudaron de él por su inexperiencia como técnico y que lo criticaron al comienzo de su proceso como entrenador al impulsar un fútbol poco vistoso y defensivo. El nombre de Dunga se había asociado siempre con el equipo mediocre de Brasil que cayó ante Argentina en los octavos de final en el mundial de Italia de 1990. También se menciona el hecho de que fue el capitán que levantó la Copa en el Mundial de Estados Unidos 1994, con una selección que a muchos les pareció anodina y defensiva. Pero Dunga, de 46 años, también personificó el jugador de trabajo duro y esa fue una de las razones principales de la Confederación Brasileña de Fútbol de contratarlo en vez de optar por otros entrenadores ya establecidos. Los dirigentes del fútbol brasileño querían volver a empezar un proceso después del fracaso en el Mundial de Alemania, en que los jugadores habían sido criticados fuertemente por la falta de esfuerzo. Le confiaron la tarea a Dunga, quien puede hacer alarde de los resultados: 41 victorias, 11 empates y sólo seis derrotas en 58 partidos.