Messi no puede permitirse una nueva frustración
En los cuartos de final de la Copa América
A Lionel Messi le persigue una obsesión: ganar un título con la selección argentina. El viernes, ante la Vinotinto en cuartos de final de la Copa América-2019, el mejor jugador del mundo no puede permitirse el lujo de una nueva frustración.
A sus 32 años recién cumplidos y en muy buena forma, el astro argentino ha ganado 10 Ligas de España, cuatro Champions League y seis Copas del Rey con el Barça (entre otros muchos títulos).
Con Argentina, nada.
El tiempo va pasando, y a la 'Pulga' se le van agotando las posibilidades de ser campeón con la Albiceleste, objetivo que persigue desde hace 13 años, cuando disputó el Mundial de Alemania-2006, su primer torneo oficial.
Tras cuatro Mundiales e igual cantidad de Copas América disputadas con Argentina, y habiendo perdido cuatro finales, a Messi poder levantar un trofeo de campeón con su selección se ha transformado en una obsesión.
"Quiero terminar mi carrera habiendo ganado algo con la selección o intentarlo todas las veces posibles", dijo antes del torneo.
Según declaró a la AFP el escritor y analista deportivo João Carlos Assumpção, "la dependencia de Argentina con Messi y la presión para que juegue bien con la camiseta nacional son pésimas y solo han sido un lastre para la selección".
Vinotinto maduro
Pero las cosas no han empezado bien para poder romper el maleficio en esta Copa América. La Albiceleste, bicampeona del Mundo y con 14 copas continentales, ya venía despertando dudas, en esta etapa bajo las riendas del joven e inexperto Lionel Scaloni.
Y en la fase de grupos mostró su peor cara: un combinado sin estrategia, con mala defensa y poco brillo colectivo.
Y él, que para muchos es el mejor del mundo (y hasta de la historia), sin ser el de siempre, el del Barça.
Tanto es así, que en el partido de cuartos de este viernes -tras clasificar a duras penas- pocos les cuelgan el cartel de claros favoritos. Y eso que su rival es Venezuela, la hasta hace poco 'cenicienta' de Sudamérica, una selección que nunca ha ido a un Mundial y nunca ha ganado nada.
Lo que pasa es que la Vinotinto en los últimos años ha despertado y, como dicen sus jugadores, "ya no teme a nadie". En los últimos tres partidos que les han enfrentado, Argentina lo ha sufrido.
Fueron dos empates y, en el amistoso de marzo pasado en Madrid, una derrota por 3-1.
Este historial reciente, el buen nivel mostrado por la Vinotinto y el bajón albiceleste alimentan las expectativas, de especulaciones.
¿Dará el golpe Venezuela? Si es así, ¿qué repercusiones tendría en Messi?
Nadie olvida la final de la Copa América Centenario de 2016 en Estados Unidos, en la que poco después de perder contra Chile -él mismo erró en la tanda de penales- anunció en el estadio que abandonaba a la Albiceleste.
Días después, se retractó.