Neymar, de París a Rusia sin salir de Brasil

En plena locura por el fichaje de Neymar, Dani Alves quiso aclarar algo: si él estaba en el PSG era por influencia del delantero, y no al revés. El adolescente se había hecho mayor y tomaba sus decisiones, entre ellas hacer de su nueva casa una réplica de la Seleçao a meses del Mundial 2018.

Con 25 años y los últimos cuatro a la sombra de Messi, 'Ney' quería mayores "desafíos" y, para despecho del Barcelona, París se los servía todos.

Convertido en el fichaje más caro de la historia, el atacante se enfrenta al ambicioso reto de liderar al PSG hacia su primera Champions, pero su camino al Balón de Oro podría ser más corto pasando por Rusia, y ya ha esperado demasiado.

"En París va a estar rodeado de brasileños de la selección y disputando un campeonato menos competitivo que el español, lo que le permitirá preservarse más. Esto es un beneficio para la Seleçao", valoró a la AFP el reconocido comentarista deportivo Juca Kfouri, que alertó también del riesgo de relajarse demasiado.

Liderado por Neymar, junto a Alves, Marquinhos y Thiago Silva, el nuevo clan del PSG estrena estos días hegemonía en la concentración de la 'canarinha' para los duelos de eliminatorias contra Ecuador y Colombia.

Con su Seleçao brillando y clasificada desde marzo, la Copa ya comenzó para el exigente Tite, quien no ocultó su satisfacción porque varios de sus titulares vayan a pasar juntos la temporada previa al Mundial.

"[Es bueno] No voy a mentir. Cuando se consigue hacer esas conexiones entre deportistas que ya juegan sin pensar, que tienen una compenetración, con funciones en el mismo equipo, eso facilita", afirmó el seleccionador a principios de agosto en el canal Esporte Interativo.

Aire

Curtido en los inestables banquillos del fútbol brasileño, una de las primeras obsesiones de Tite cuando llegó hace un año fue devolverle la alegría a un grupo hundido por las decepciones.

Para ello había que rescatar a Neymar, a quien el peso de años de máxima exigencia le habían hecho renunciar asfixiado al brazalete de capitán tras el sufrido oro olímpico en el Maracaná.

El 'menino' precisaba volver a divertirse para brillar de nuevo en casa, lejos de la rigidez militar de Dunga y más cerca de aquel osado adolescente de la cresta dorada con el que tanto había soñado Brasil.

El cambio surtió efecto y Neymar respondió marcando seis goles en las eliminatorias -no había logrado ninguno hasta entonces-, mientras la Seleçao volaba en siete meses desde los puestos fuera del Mundial hasta convertirse en la primera clasificada para Rusia-2018, en una resurrección casi cinematográfica.

De aquello ha pasado medio año, un culebrón planetario con Neymar de protagonista, un nuevo embrollo judicial con el Barça y cientos de horas de análisis en los medios sobre si el 'crack' está cometiendo el error de su vida o, por el contrario, es un valiente visionario, como defiende su inseparable Alves.

Elección

De momento, el 'menino' ha cumplido con su brillante estreno en Francia y, para celebrarlo, invitó al lateral y a Thiago Silva a navegar por la costa paulista junto a unos amigos, antes de unirse a la concentración de la Seleçao.

No faltó de nada en la fiesta de 'Ney', ni los bailes en el barco al ritmo de éxitos brasileños, los torsos tatuados o las luminosas sonrisas a cámara mientras los 'likes' se multiplicaban en las redes sociales.

Solo se había quedado en Francia la quinta punta del clan, Lucas Moura, quien batalla por volver a la élite. Amigo de 'Ney' desde sus inicios, el centrocampista habría cancelado sus planes de abandonar el PSG a pedido de su compatriota, según la prensa local.

Pese a su famosa buena relación con Messi y Suárez en el Barça, la estrella brasileña vive con un pie en su país, de donde salió a los 21 años y al que sigue unido a través de sus leales 'toiss', como se conoce al grupo de amigos que le acompañan a todos los sitios.

Y el PSG, que este año estrena segunda camisa amarillo 'canarinha', no ha escatimado para hacerle sentir en casa, con un ojo en la Champions y el otro en la caja.

"Él va a hacer todo lo posible para brillar en la Copa, que es la mayor oportunidad que tiene para ser el número 1 del mundo", opinó Kfouri.

"Pero tengo un temor, y es que después del Mundial siga un modelo como el de Ronaldinho, que entre las delicias de la vida de una 'pop star' y las amarguras de la del atleta, escoja la primera", lanzó en referencia a otro exídolo tanto del PSG como del Barça.

Pase lo que pase, todo el mundo estará mirando a 'Ney'.