Sin Mou y Pep, se espera una final menos violenta

Sin Mou y Pep, se espera una final menos violenta
Sin Mou y Pep, se espera una final menos violenta
Redacción Tvmax
16 de abril 2014 - 12:26

El Barcelona-Real Madrid de Mestalla es todo un clásico y nada menos que una final. Pero el ruido que ha generado no tiene nada que ver con aquella otra final de Valencia. Y es que aquel partido fue, para muchos, el cénit de la rivalidad Madrid-Barça. Como en las grandes guerras de antaño, en aquella final se luchaba por una idea. De un lado, el fútbol de posesión, la cantera y el hombre de la casa al frente de la nave. En el otro, el fútbol directo y veloz que pregonaba el entrenador que se fichó para acabar con le hegemonía culé. Hasta ese momento todo había ido a favor del Barça, que había goleado 5-0 a su rival en Liga y le había eliminado de la Champions, con mucha polémica. Pero en Mestalla la brecha entre ambos equipos comenzó a cerrarse y la propuesta de Mourinho, basada en la intensidad, salió vencedora. Aunque el partido acabó 0-0 en sus primeros 90 minutos, ambos equipos dieron un inmenso espectáculo: cada jugada se hacía a 1000 por hora, cada balón se disputaba como si fuera el último. Esa final fue uno de los momentos cumbre del duelo entre Mourinho y Guardiola, a cuyo lado, Ancelotti y Martino parecen actores secundarios por su menos carisma. El lado positivo es que entre el italiano y el argentino no hay agrias disputas ni discursos que iban mucho más allá del puro fútbol, pues ambos mantienen un tono comedido y nunca entrar en polémicas. En 2011 también despuntaba el duelo entre Messi y Cristiano. El portugués llegaba a la final con el cartel de no brillar en los partidos decisivos, justo lo contrario que Leo, que siempre hacía daño al Madrid. Pero esa historia también cambió con el testarazo que le dio el título a los blancos, un gol que acabó de situar a Cristiano en el Olimpo de los madridistas. En esta final Cristiano no estará y a Messi se le espera, pues el argentino no ha aparecido en los momentos decisivos de su equipo. Esto ha hecho que los focos se giren hacia Bale y Neymar, que bien por necesidad, bien por ganas, han tomado los galones de sus equipos. Tampoco llega este clásico en un momento de tensión similar entre las plantillas. Y es que, a pesar del pisotón de Busquets a Pepe, los ánimos están mucho menos caldeados que entonces, cuando incluso se temió por una ruptura irreconciliable en la selección española. Texto: Sportyou.es

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