Una tensa calma en Barcelona

La crisis que se presumía tras la derrota ante el PSG en Champions, que se iniciaba tras el tropiezo en el Santiago Bernabéu y que se ha instalado tras el revés ante el Celta se hace evidente con las reuniones y charlas que mantienen el equipo y la dirección en las últimas horas. Todos dicen estar tranquilos. Nadie está preocupado, pero las luces de alarma se han encendido. De ahí las cumbres para vestir de normalidad una situación singular. Luis Enrique se reunió ayer con la plantilla. Quería trasladarle a los futbolistas su plena confianza en ellos y aclaró algunos conceptos futbolísticos que han fallado en los dos últimos compromisos de Liga. Los jugadores se mostraron seguros de recuperar el mejor nivel. Todos acordaron hacer frente común y demostrar ante el Ajax, en Champions este miércoles, que todo vuelve a estar controlado. Son conscientes, además, que una nueva derrota no solo compromete su futuro en la competición europea sino que también agravaría las críticas y la difícil situación que atraviesan. Andoni Zubizarreta se mostró también confiado en el proyecto de Luis Enrique el sábado por la noche, y ayer, tras la sesión de ayer, se vio con el técnico asturiano para trasladarle, de forma indirecta, su apoyo. Aunque la visita más bien puede indicar todo lo contrario.