Oscar Collazo, el pequeño boxeador boricua que se hizo gigante Lima-2019

La gran pasión de Oscar Collazo era el béisbol, pero era demasiado bajito para jugarlo. Un día decidió subirse a un ring y probar suerte lanzando golpes en el boxeo... Empezó a ganar, ganar y ganar.

El puertorriqueño Collazo, de 22 años, se convirtió el viernes en la gran sorpresa del boxeo en los Juegos Panamericanos de Lima-2019, dándole el viernes a Puerto Rico una medalla de oro en medio del dominio de los púgiles de Cuba, que acapararon las preseas doradas en ocho de las diez categorías masculinas.

"¡Cumplí!", dijo a la AFP, con una sonrisa de satisfacción, después de ascender a la cima del podio en el peso minimosca (49 kg).

No muchos creían que fuese capaz de ganarle en la final panamericana al colombiano Yuberjen Martínez, 'El Tremendo', indiscutible favorito cargando en sus puños la medalla de plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro-2016.

La diferencia de estatura era notable. Martínez: 1,65 metros. Collazo: 1,56. Ya el cafetero lo había derrotado dos veces en peleas previas, incluido en el clasificatorio para Lima-2019.

"Nunca perdimos el enfoque", aseguró Collazo antes de hablar, gustoso, sobre las razones por las que esta vez el resultado fue diferente.

"Escuchar a mi esquina y nunca perder el control (...); es un contrincante que tira muchos golpes, (la idea) era cortarle el espacio y salir de las cuerdas. Eso lo hicimos en los tres rounds", relató el boxeador nacido en Villalba, una región del centro de Puerto Rico. Anular la ventaja de alcance de Martínez era fundamental.

Incluso el propio Martínez reconoció que, probablemente, lo subestimó. "Había mucho en juego (...). Pienso que quizás nos dejamos sorprender", comentó a la AFP.

"A veces se gana y a veces se pierde. Así es el deporte y hoy me tocó perder a mí", agregó el colombiano.

AFP.