¡Cuando el tamaño si que importa! Qué hacer cuando está muy grande el amigo...

¿Tu chico ha sido agraciado por la naturaleza? ¿Su miembro es demasiado grande y no sabes cómo manejarlo cuando tienen relaciones? ¡Aquí te dejamos unos tips para que eso no sea un impedimento para disfrutar!

Saber cómo disfrutar de su afortunada anatomía sin hacerte daño puede ser un poco laborioso, pero siguiendo unos simples consejos puedes asegurarte de que sus partes no te proporcionen nada más que placer. Puedes empezar tomando nota de estos consejitos pensados para chicos grandes.

Consejito 1: PRE-LI-MI-NA-RES

Nunca puedes dejar por fuera los juegos previos antes de la acción

Los preliminares son muy importantes antes de cualquier relación sexual, pero si tu chico es de grandes proporciones, entonces pasan a ser indispensables. Realizar algún juego preliminar, que hará que tus genitales se relajen de forma natural y aumentarán la lubricación de la zona, algo fundamental para que la penetración no sea dolorosa y a él le resulte fácil realizar el acto.

Por lo general, a las mujeres les lleva más tiempo lograr un estado de excitación que a los hombres, pero este resulta fundamental para disfrutar del sexo, más aún cuando su amiguito es grande y puede provocar dolor. Así que si echabas de menos los preliminares o si tu chico siempre se resistía a ellos para pasar directamente a la acción, ¡ahora ya tienes motivos para convencerle!

Consejito 2: ¡Deeeespaaacito!

¡Sin prisa pero con pausa! ¡Las cosas despacito salen mejor!

Si tu chico está grande, es fundamental que entienda que debe ir despacio si no quiere hacerte daño. El principal problema que puede surgir es que tu chico golpee sin querer tu cervix a la hora de penetrarte, algo que provoca un dolor similar al producido por la regla. Y eso no es muy agradable, ¿verdad?.

La mayoría de nervios responsables del placer femenino se encuentran fuera de la vagina (en el clítoris) o dentro de ella, pero muy cerca de la abertura vaginal, apenas a unos 6 o 7 centímetros de altura. Además, el punto G se encuentra inmediatamente debajo, a una altura de unos 5 centímetros, así que tu chico no necesita utilizar todo su pene para proporcionarte el máximo placer. Un truco: puedes hacer que tu chico se concentre en el punto G durante un tiempo, y cuando estés más excitada, buscar una penetración más profunda. Eso sí, siempre muy despacio...

Consejito 3: Lubrica el área

¡Nunca puede faltar!

Si tu chico tiene el pene grande debes convertir a la lubricación en tu mejor compañera de viaje. Atrás quedaron los días donde el lubricante era algo pegajoso y sucio: hoy en día son la clave para llevar el sexo a otro nivel. Merece la pena invertir en un lubricante que hidrate la zona y reduzca la sensación de fricción, para que la penetración sea mucho más cómoda. Además, ahora existen lubricantes de todos los sabores posibles, ¡y muchos de ellos son hasta comestibles!