La casa oscura: una historia de terror con tintes góticos en las salas de cine

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La cinta es un misterio fascinante, un espeluznante thriller sobrenatural y una historia de fantasmas escalofriante.

La casa oscura es una película de terror que explora temas relacionados con el miedo sobrenatural y psicológico.
La casa oscura es una película de terror que explora temas relacionados con el miedo sobrenatural y psicológico. / Disney

Del director David Bruckner, llega a las salas de cine, La casa oscura. Esta película cuenta la historia de una mujer que, trastornada por la inesperada muerte de su esposo, Beth (Rebecca Hall) queda sola en la casa junto al lago que él había construido para ella.

Beth trata de llevar la situación de la mejor manera posible, pero comienza a tener pesadillas: perturbadoras visiones de una presencia en la casa que la llama, que la atrae con una fascinación fantasmal.

Desoyendo los consejos de sus amigos, comienza a revolver entre las pertenencias de su esposo en una búsqueda desesperada de respuestas. Lo que encuentra son secretos, tan extraños como perturbadores: un misterio que está decidida a develar.

La casa oscura está protagonizada por Rebecca Hall (Holmes & Watson, Christine), Sarah Goldberg (Barry, Elementary), Vondie Curtis Hall (Duro de matar 2, Eve’s Bayou), Evan Jonigkeit (Together, Together; Sweetbitter), y Stacy Martin (Vox Lux: El precio de la fama, Nymphomaniac).

Dirigida por David Bruckner (El ritual) con guion de Ben Collins y Luke Piotrowski (Tiempos oscuros). El equipo creativo incluye a los productores David Goyer, Keith Levine y John Zois; al director de fotografía Elisha Christian; a la diseñadora de producción Kathrin Eder; a la diseñadora de vestuario Samantha Hawkins; al montajista David Marks y al compositor Ben Lovett, a cargo de la música.

Sarah Goldberg comparte pantalla con Rebecca Hall en La casa oscura.
Sarah Goldberg comparte pantalla con Rebecca Hall en La casa oscura.

Una historia de terror

El director, David Bruckner, describe su película como “tanto una historia de fantasmas con tintes de romance gótico como un retrato de un matrimonio profundamente difícil. Es una historia misteriosa y desgarradora de desentrañamiento; un laberinto al que entras a riesgo propio”.

A Bruckner siempre le atrajo el género de terror. En su primera película, El ritual, y en su trabajo antológico anterior, se exploraban temas relacionados con el miedo sobrenatural y psicológico. Lo mismo se puede decir de los guionistas de La casa oscura, Ben Collins y Luke Piotrowski, cuya primera película, Tiempos oscuros, explora la paranoia y la violencia.

Cuando llegó el momento para los dos guionistas de pensar en quién podría dirigir la película, Bruckner fue una opción obvia. “David es amigo nuestro, y siempre lo tuvimos en mente para esta película, porque creemos que sabe dar vida al terror de una manera única”, dice Collins.

En La casa oscura, los guionistas Collins y Piotrowski escribieron un rompecabezas sobrenatural que se va armando lentamente con una combinación de demonios y duplicados.

El productor Keith Levine dice: “La casa oscura es un descenso a la locura a través de la clásica lente de película de casa embrujada”.

El productor David Goyer añade: “Lo que es especialmente aterrorizante es que las fuerzas que atacan a Beth explotan su dolor, usan esa herida para entrar en su mundo, y la actuación magistral de Rebecca le da una gran solidez”.

Bruckner tiene una habilidad especial para generar tensión, disrupción e inquietud sostenida. La película brinda pistas siniestras todo el tiempo: una nota de suicidio indescifrable, múltiples fotos de mujeres desconocidas, planos arquitectónicos invertidos y una perturbadora escultura hallada en un lugar secreto.

En la cinta La casa oscura, Beth trata de llevar la situación de la mejor manera posible, pero comienza a tener pesadillas.
En la cinta La casa oscura, Beth trata de llevar la situación de la mejor manera posible, pero comienza a tener pesadillas.

La mitología

Aunque la mitología específica de La casa oscura fue inventada en gran parte por los guionistas, Collins y Piotrowski, estuvo inspirada y moldeada por mitologías reales, específicamente los laberintos de césped galeses y una muñeca vudú egipcia del siglo IV después de Cristo que actualmente se encuentra en el Louvre.

Los pastores galeses construían laberintos sencillos conocidos como caerdroia en las cimas de las colinas para llevar a cabo danzas rituales.

Caerdroia se traduce literalmente como “muros de Troya”, que según explica Piotrowski “Es una referencia a la ciudad de los mitos griegos cuyas calles eran relativamente simples como para que el enemigo entrara, pero al final demasiado complejas para que pudieran encontrar la salida. Esto se corresponde con la imagen del plano invertido, un concepto que queríamos incorporar en la película desde el comienzo”.

Sobre el tema de los laberintos de césped, Piotrowski explica: “Los laberintos servían como una manera única y tangible de hacer hechizos, el equivalente ambulatorio de un cántico. La idea de que el espacio o el movimiento por el espacio pudieran tener tanto poder ritual como las «palabras mágicas» era intrigante”.

Efectos visuales

Los realizadores querían que el público tuviese la sensación de que algo estaba y no estaba al mismo tiempo. Del mismo modo que Beth sufre la ausencia de Owen y su mente comienza a engañarla. Hubo mucho debate en relación a cómo representar “la nada”. El equipo denominó a esa entidad en el plató “hombre de espacio negativo”.

Bruckner concibió unas ilusiones ópticas para usar con eficacia el espacio negativo.

Goyer dice: “Juegan con la noción que todos experimentamos alguna vez cuando te despiertas en medio de la noche y crees ver algo en las sombras, luego te das cuenta de que tus ojos te engañan. Pero en esta película, sucede lo opuesto, y lo que Beth pensó que era una ilusión resulta ser algo real”.

El resultado es que estas manipulaciones sutiles hacen que el público se sienta inseguro y dude de lo que está viendo, que es exactamente el estado mental al que desciende Beth.

La casa oscura está protagonizada por Rebecca Hall (Holmes & Watson, Christine).
La casa oscura está protagonizada por Rebecca Hall (Holmes & Watson, Christine).

Armonías especulares: la música y el sonido

Desde el principio, la música ayudó a crear las condiciones propicias. La música de Ben Lovett fue de importancia crucial para armar la historia y generar tensión en el espectador a lo largo de la odisea de Beth. “La música agrega al lenguaje emocional de cualquier película, mi meta aquí era elevar la conversación subconsciente con el público”, dice el compositor.

Bruckner añade: “Ben quería incorporarse desde el principio, durante la fase de guion, y componer junto a la producción. Compuso toda una banda sonora de exploraciones que luego yo pude escuchar y compartir con otros departamentos. Hay un tema que llegó a estar en la película, que yo escuchaba todos los días en el viaje de ida al plató”.

Lovett comenzó a experimentar con la manera en que los conceptos de la historia podían traducirse a la música, que incluía la arquitectura invertida, los planos especulares, los dopplegängers y los patrones repetidos. “Trabajé con palíndromos musicales y melodías que se podían tocar en los dos sentidos, y de allí fui evolucionando”.

“Usé una técnica que se llama armonía negativa –explica Lovett–. Para esto se invierten las notas de una melodía de modo tal que cada una tenga una nota especular correspondiente del lado opuesto de un eje. Ese concepto se usó en el tema de la boda para poder luego darlo vuelta y crear una armonía opuesta de la original del lado más oscuro del espectro armónico”.

The Cavalry Cross”, de Richard Thompson, irónicamente sirve como tema de boda de Beth, con una letra oscura y siniestra. La canción la despierta una mañana luego de la muerte de su esposo, brindando una dura yuxtaposición entre la felicidad del día de la boda y la paralizante tristeza de la muerte de un ser querido.

Como la mayor parte de la película transcurre en la casa del lago, Lovett pasó unos días en el plató y se fue pensando en las diferencias entre el agua de un lago y la del océano.

Lo explica así: “El agua de los lagos es más turbia y más inestable. Nunca está quieta, siempre la agitan fuerzas exteriores. Me pregunté cómo podría sonar eso como instrumentación”. El sonido resultante se convirtió en una manera de explorar y modular los estados de ansiedad de Beth.

Perdida en el limbo entre la negación y la aceptación, la relación de Beth con el más allá es agobiante. La casa oscura es una historia de fantasmas aterradora y escalofriante que reflexiona acerca de nuestros momentos de tensión. Es lo que más asusta. Dice Bruckner: “Es la idea de que los fantasmas existen de verdad o el darse cuenta de que no”.

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