Luces, cámaras y sin acción, la dura realidad del cine panameño en medio del COVID-19

El director y productor panameño José Luis Rodríguez de VIVO Films, además presidente de Procinema.
El director y productor panameño José Luis Rodríguez (c) de VIVO Films, dirigiendo una escena.

La actividad audiovisual es uno de los sectores de las industrias creativas que se está viendo muy afectado por la pandemia. Como la mayoría de los trabajadores de la cultura, quienes participan de la producción de películas, documentales, series de televisión y comerciales se encuentran atravesando una situación que ha puesto al sector en una de las peores crisis de los últimos tiempos.

Desde hace varios años la producción audiovisual venía sufriendo un significativo impacto negativo en su desarrollo a causa de la irrupción de formatos de producción digital más accesibles para la generación de contenido.

Sin embargo, en estos cinco meses que llevamos de estado de emergencia en el país, el sector audiovisual ha visto golpeada el 75% de su fuerza de trabajo.

De acuerdo con el productor y director José Luis Rodríguez de Vivo Films y presidente de Procinema, una asociación que desde hace tres años agrupa a cerca de 225 miembros del sector, “cuando entramos en la emergencia nacional veníamos de un escenario bastante delicado que no ha hecho más que empeorar, igual que para el resto de los sectores económicos del país”.

El director/productor José Luis Rodríguez de Vivo Films durante un rodaje.
El director/productor José Luis Rodríguez de Vivo Films durante un rodaje.

Para Rodríguez, parte del problema al que se enfrentan ahora, tiene que ver con el modelo de negocio, ya que la mayoría de las personas que trabajan en esta área económica lo hacen de manera independiente. Es decir, una gran parte se encuentra en la economía informal.

Este modelo de negocio tradicionalmente trabaja por proyectos, para los que se contrata personal especializado por la duración del mismo y se paga por día. Al terminar el proyecto se cancela todo lo adeudado y se inicia otro, en el que se reproduce el mismo modelo.

“Una de las cosas que automáticamente ha saltado como una alarma, esta crisis nos ha dado la oportunidad de aprender, es que de alguna u otra forma tenemos que trabajar para formalizar más nuestro sector”, explica Rodríguez.

Aunque sí existen empresas productoras con estructuras, planillas, equipos, estas se encuentran en su mayoría cerradas y han tenido que realizar cambios drásticos en sus operaciones como disminuir su planilla, reducir las jornadas laborales, suspender contratos, mudarse a espacios más baratos e incluso cerrar totalmente o de manera indefinida.

Para Alberto Serra, Director/Productor de WP Films,“el volumen de proyectos que estábamos manejando en febrero de este año mejoraba. Veníamos de una temporada de poco trabajo, pero la actividad estaba aumentando y teníamos varios proyectos locales y para exportación en cine. Por ejemplo, estábamos a punto de rodar una película de terror en mayo y la preproducción comenzaba en abril. Tuvimos que parar todo. Esa película fue una de las ganadoras del Fondo Cine del año 2018, entonces era un proyecto que le iba a dar trabajo a muchas personas y simplemente tuvimos que detenerlo”.

El director/productor panameño Alberto Serra de WP Films durante un rodaje.
El director/productor panameño Alberto Serra de WP Films durante un rodaje.

Recuperación a través del Fondo Cine

En el 2012 el gobierno crea el Fondo Cine para promover la industria cinematográfica en el país, lo que permitió que se llevaran a cabo proyectos que vitalizaron el sector y dieron oportunidad a profesionales jóvenes con ideas creativas y novedosas.

Al mismo tiempo, se generaron espacios de exhibición y distribución como los festivales de cine o estrenos en salas, creando una muy buena expectativa en el público panameño que llenó los cines, masivamente.

El año pasado con la creación del Ministerio de Cultura, las funciones de velar por el cine local, fueron trasladadas a la recién creada institución, que antes estaba dentro del Ministerio de Comercio e Industria.

Sheila González G., directora de Dicine, aseguró que durante la pandemia, todos los procesos administrativos y gestiones de pago a los ganadores y beneficiarios de proyectos han seguido su curso.

Confirmó que de enero a junio del 2020 se han desembolsado un millón 503 mil balboas a los proyectos cinematográficos ganadores del Concurso Fondo Cine entre 2016 y 2019.

En la actualidad están realizando todas las gestiones necesarias para la aprobación de la partida de 3 millones de balboas que de acuerdo con la Ley de Cine, corresponde a la convocatoria de este año 2020, que cuenta con un monto de 2.2 millones de balboas para ser distribuidos en premios.

Sin embargo, existe en este tema un punto que los productores y cineastas reclaman como una forma de apoyar al sector y reactivar su economía. Se trata del desembolso de los fondos correspondientes a los premios del Fondo Cine de 2014. Estos no se entregaron a los beneficiarios por supuestos errores administrativos.

Diferentes asociaciones como Asocine, Redcrea, Procinema y otras que agrupan a realizadores de cine y televisión han enviado cartas a Carlos Aguilar Navarro, Ministro de Cultura, reclamando el pago a los beneficiarios correspondientes.

Para José Luis Rodríguez, pagar estos fondos generaría una fuerte inyección, ya que hay varios proyectos de largometraje involucrados que se podría activar inmediatamente.

Es una obligación que tiene el estado con los ganadores. Que concursaron de acuerdo con los parámetros que se estipulaban en la ley, fueron seleccionados y declarados públicamente como ganadores de este fondo en el 2014, cumplieron con sus tramites legales, con su documentación administrativa, pero debido a una inconsistencia administrativa lamentablemente no se hicieron los desembolsos correspondientes. Estamos en un momento, si existe la voluntad, de que se pueda lograr. Porque los dineros para pagar este fondo existen dentro de un remanente que se han venido acumulando dentro de estos fondos en los últimos años y que permite perfectamente hacer los desembolsos para que estos proyectos comiencen a funcionar y esto es importante porque los proyectos del 2020 recién van a entrar al concurso y estos otros ya están avanzados, de una forma los del 2014 podría ser una buena inyección para reactivar el sector que en estos momentos se encuentra tremendamente golpeado”, afirmó Rodríguez.

El director/productor Alberto Serra de WP Films durante una de sus producciones.
El director/productor Alberto Serra de WP Films durante una de sus producciones.

Retomar la actividad

Yo creo que no va a ser tan fácil, pero la clave es no dejarlo del todo. Yo he seguido trabajando en todos mis proyectos aunque sea enviando correos, creando estructuras nuevas, nuevos acercamientos, ajustes de guión, nuevos presupuestos, nuevas ideas, no he soltado ninguno. Para la peli de terror, tenemos casi que lista la preproduccion, hecha por computadora, a distancia, así hemos reducido de un mes y pico a dos semanas o semana y media lo que nos queda pendiente, porque apenas levanten la cuarentena y nos den chance vamos a salir a producirlo”, afirma Serra.

Mientras tanto José Luis Rodríguez desde Procinema comparte que en estos últimos cinco meses han estado fortaleciendo la actividad gremial, así como desarrollando una comunicación horizontal con el Estado y con el sector privado, para optimizar los canales y hacer llegar el mensaje de la importancia para el sector de cruzar al escenario de la formalidad.

“Porque ahora viene un momento tremendamente difícil, el gobierno anunció que hay unos planes de ayuda para reactivar ciertos sectores a niveles de préstamos y todo eso, pero cuando tú no tienes un currículo o no tienes una trayectoria en el sector formal cuesta mucho que puedas aplicar a esas ayudas”, aseguró Rodríguez.

Las industrias culturales se han visto muy afectadas por la pandemia en todas partes del mundo. Parte del problema, como estamos viendo ahora, tiene que ver con la dificultad de reconocer a la cultura como un actor fundamental en el desarrollo de la economía del país.

Resulta un poco contradictoria esta realidad cuando vemos que muchos canales de televisión se han llenado de contenido producido por profesionales nacionales y la reciente y novedosa versión virtual del IFF Panamá fue acogida con mucho éxito por los espectadores.

Es evidente que una de las tareas pendiente en cuanto al fortalecimiento de las industrias creativas pasa por fortalecer las condiciones de quienes viven de la cultura en Panamá.

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