Choco, la cantante argentina que denuncia el machismo con reguetón lésbico

Fotografía cedida de la cantante argentina Romina Bernardo, alias "Choco", líder del grupo Chocolate Remix. "Perreo lésbico y feminista", así es la música de la argentina Romina Bernardo, alias "Choco", la líder del grupo Chocolate Remix, que con sus letras descarnadas se ha consolidado como la creadora de una vertiente dentro del género de reguetón.
Fotografía cedida de la cantante argentina Romina Bernardo, alias "Choco", líder del grupo Chocolate Remix. "Perreo lésbico y feminista", así es la música de la argentina Romina Bernardo, alias "Choco", la líder del grupo Chocolate Remix, que con sus letras descarnadas se ha consolidado como la creadora de una vertiente dentro del género de reguetón. / EFE
Efe
10 de julio 2019 - 12:01

Perreo lésbico y feminista", así es la música de la argentina Romina Bernardo, alias "Choco", la líder del grupo Chocolate Remix, que con sus letras descarnadas se ha consolidado como la creadora de una vertiente dentro del género de reguetón.

Según relata la artista en una entrevista con Efe, todo empezó con un "chistecito" hace seis años, cuando se le ocurrió componer una canción dirigida a mujeres heterosexuales que versara sobre el sexo lésbico. "Yo quería trabajar en el reguetón no solo porque me gustara el género, sino porque me parecía que era una herramienta que tenía todo lo que yo quería hablar", puntualiza.

Nacida en la provincia norteña de Tucumán hace 33 años, Choco alcanzó la popularidad tras escribir, producir y grabar en su propia casa la canción "Lo que las mujeres quieren", para después subirla a Youtube sin imaginarse que la catapultaría a los comienzos de una progresiva carrera musical.

"Ey, reguetonero macho, escucha lo que digo. De mujeres no sabes, ahora aprenderás conmigo", canta en su debut, que llegó tras largos años de aprendizaje.

Choco comenzó sus estudios de guitarra cuando era bastante niña, continuó formándose en arte multimedia y, "enganchada" con el mundo de la tecnología, trabajó en sistemas durante ocho años hasta que en 2013 le llegó el reconocimiento artístico en las redes sociales.

Aunque afirma no tener "ningún problema con que los varones hablen del sexo como ellos lo ven", ella pensó que al género de reguetón -acusado de misoginia- le faltaban nuevas visiones y escribió sus letras con la intención de demostrar "la suya propia".

Pese a que el grueso de sus seguidores lo componen en su mayoría lesbianas y feministas militantes, Choco expone que su público "no ha quedado solo en ese lugar", ya que con los años ha logrado una cantera más diversa.

"No se trata solo del que se sienta representado, sino de encontrar otras cuestiones simbólicas", debate. Cuenta como ejemplo que una vez leyó el blog de un chico que se definía como heterosexual, pero decía que al escuchar a Chocolate Remix se sentía como una mujer lesbiana.

"En general, muchas de las representaciones son de varones heterosexuales y de pronto, en ese imaginario, que un varón 'hetero' encarne la identidad de una lesbiana, cambia totalmente las cosas", subraya. Sus canciones también han sido escritas para reclamar contra la violencia machista y los feminicidios en Argentina, como su tema "Ni una menos", que alcanzó en 2017 alta repercusión en las redes. Tanto que en la actualidad ya supera las 670.000 reproducciones.

La camaleónica intérprete explica que se sentía "atravesada" y que cuando compuso la canción fue un hecho "visceral" que nació en defensa de una representación, de un movimiento cultural, social y político que estaba sucediendo.

Respecto a la situación del feminismo en Argentina, manifiesta que pese a la fuerza que ha cobrado el movimiento, "la igualdad de género aún no llegó y hay mucho camino por recorrer". "La sociedad sigue siendo muy desigual por más que haya muchos cambios, nos hemos criado en una cultura machista y eso es muy difícil de desarraigar", reflexiona.

No exenta de polémica -su videoclip "Como me gusta a mí" en 2016 levantó ampollas en Youtube-, el hecho de que la secunden bailarinas semidesnudas, junto a su defensa de la sensualidad de la mujer, ha sido objeto de críticas de otros sectores feministas, aunque cuenta que los reproches se han ido menguando conforme han pasado los años.

"Cuando se puso de moda la palabra empoderamiento todo el mundo me quiso, creo que hay un único consenso un poco mayor sobre que no hay problema en ser una mujer sensual y sexy, depende de cómo se haga y de la conciencia", arguye.

"En líneas generales, a cualquier mujer que hace algo siempre se le exige más", comenta y añade que muchas de sus críticas son por su condición sexual. Declara que su referente femenina es la reguetonera Ivi Queen, de quien afirma que sus letras, sin autopercibirse como feministas, han llevado a una vanguardia y que es "la madre máxima de las mujeres reguetoneras".

La cantante también tiene referentes masculinos dentro del género, declarándose seguidora del puertorriqueño Daddy Yankee, con quien dice no estar de acuerdo en muchas cuestiones, especialmente de género, pero que "admira mucho todo su trabajo". "Ha habido un antes y después desde 'La gasolina'", opina entre risas.

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