Merkel pide solución europea a la crisis de refugiados

La cancilller alemana, Angela Merkel.
La cancilller alemana, Angela Merkel. / EFE
Afp
14 de diciembre 2015 - 06:19

La canciller Angela Merkel defenderá este lunes una solución europea a la crisis de los refugiados durante un congreso del partido conservador, dividido sobre la política de acogida impulsada por la jefa del gobierno.

Angela Merkel, que hablará frente a unos mil delegados de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), no tiene intenciones de ceder.

Merkel reiteró este fin de semana su intención de "reducir netamente" el número de migrantes, pero al mismo tiempo se negó fijar un límite a la cantidad que Alemania pueda recibir.

A finales de noviembre, la cantidad de migrantes llegados a Alemania en 2015 rozaba el millón, una cifra simbólica que será alcanzada en diciembre.

Merkel, que dirige desde hace 15 años la CDU, se enfrenta a duras e inhabituales críticas en su propio campo de aquellos que exigen frenar la acogida de migrantes.

Desafío complejo

La Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano de la CDU en Baviera, quiere que el gobierno fije la una cifra máxima de migrantes que Alemania puede recibir.

La CSU no deja de criticar a Merkel desde que ésta decidió hace unos meses que Alemania recibiera con los brazos abiertos a los refugiados que huyen de la guerra, principalmente en Siria.

Los comentaristas políticos predicen que este será uno de los congresos más importantes para Merkel, de 61 años, que acaba de cumplir una década en el poder.

Merkel, quien reconoce que la crisis de los refugiados es "el tema más complejo" que ha tenido que manejar desde que está en el poder, insistió en la necesidad de encontrar respuestas europeas y no alemanas a esta crisis que ha sacudido a todo el bloque europeo.

Una cumbre de la Unión Europea (UE) dedicada a la crisis migratoria tendrá lugar el jueves y viernes en Bruselas.

Uno de los temas centrales del congreso de la CDU será el debate sobre una moción que pide "medidas eficaces" para frenar la llegada de solicitantes de asilo.

La moción, que dio lugar a ásperos debates en los últimos días, debe resumir la posición de Angela Merkel, que exige una acción europea conjunta sobre todo en la frontera entre Grecia y Turquía, principal puerta de entrada de los migrantes a la Unión Europea (UE).

Berlín fue uno de los iniciadores del acercamiento a Ankara para intentar contener en Turquía a los más de dos millones de refugiados sirios que han huido del país desde el inicio de la guerra.

"Queremos reducir el número de migrantes no con medidas unilaterales nacionales" sino "antes que nada, con medidas internacionales y europeas", dijo Merkel el domingo por la noche en el canal de televisión ARD.

"Debemos tratar a nivel internacional las razones que empujan a los migrantes (a huir de sus países) y proteger las fronteras exteriores de la UE", subrayó.

También hizo hincapié nuevamente en "la responsabilidad humanitaria" de Alemania con los refugiados que "se ven obligados a huir de su país".

El resultado del voto sobre esta moción acaparará todas las miradas y, en caso de no ser aceptada, será interpretado como una señal de desconfianza hacia la canciller.

El descontento entre los alemanes crece cada vez más. Un 49% de ellos desaprueba la política adoptada por Berlín mientras que un 47% califican de positivo el trabajo de Merkel, según una encuesta del canal público ZDF.

Sociedad dividida

Sin embargo, algunos analistas relativizan la influencia de las voces discordantes dentro de la CDU ya que aunque la canciller haya perdido de su brillo no tiene rivales de su talla dentro y fuera del partido.

Su principal contrincante, aunque socio de la gran coalición gubernamental, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, fue reelecto hace unos días jefe del SPD, pero con uno de sus peores resultados.

La crisis de los refugiados divide también a la sociedad alemana. Los actos violentos contra los refugiados han aumentado fuertemente desde finales de año, así como la adhesión al partido xenófobo Alternative für Deutschland (AfD).

Estas agresiones son "una vergüenza para Alemania", sentenció el ministro del Interior, Thomas de Maizière.

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