Amor y Orgullo
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Ciudad de Panamá/Hay frases que marcan a fuego la memoria colectiva de un programa de televisión, y en Canta Conmigo, uno de los shows de talento más populares de la pantalla panameña, esa frase es sin duda el inconfundible “Oh my God” de Eddy Vásquez. Conocido por su oído experto, su mirada crítica y su pasión por la música, Eddy se ha convertido no solo en un jurado respetado, sino también en una figura entrañable cuyo entusiasmo traspasa la pantalla.
Desde hace años, cada nueva generación de pequeños artistas que pisan el escenario de Canta Conmigo lo hace con un sueño en mente: cantar con todo el corazón y lograr que Eddy Vásquez, en un momento de asombro genuino, suelte su ya legendaria exclamación. Un “Oh my God” no se regala, se gana. Y este 2025, solo unos pocos lo han conseguido.
La primera en lograrlo esta temporada fue Carlisle. En una noche cargada de emoción, en la primero en donde interpretó un clásico con una potencia vocal que hizo estremecer al estudio. Al finalizar, hubo unos segundos de silencio antes de que Eddy, visiblemente emocionado, se llevara las manos a la cabeza y dijera: “Oh my God”. El público estalló en aplausos. Desde ese momento, Carlisle quedó marcada como una de las favoritas del público.
Le siguieron los demás. Alejandro, cuyo dominio escénico y sensibilidad interpretativa cautivaron al jurado. Su presentación fue un viaje de emociones que terminó con otro de esos “Oh my God” que hacen historia. Danna Paola, por su parte, brilló con una balada que tocó fibras profundas en la audiencia, logrando que el difícil Eddy Vásquez se rindiera una vez más ante el talento fresco.
Ithiel, quizás una de las revelaciones más impactantes, logró lo impensado: un “Oh my God” doble. Tras una versión impecable de una canción de alto nivel técnico, Eddy no pudo contener la emoción. "Esto fue de otro planeta", agregó, rompiendo brevemente su habitual sobriedad como jurado.
La fuerza de estas tres palabras no radica solo en su sonido, sino en lo que representan: excelencia, sorpresa, entrega y conexión. Para los niños que compiten en Canta Conmigo, un “Oh my God” es más que un elogio; es un sello de aprobación, una validación que les dice: “Lo hiciste. Conmoviste. Eres una estrella.”
Con la gran final a la vuelta de la esquina, las expectativas están más altas que nunca. ¿Habrá un último “Oh my God” esta temporada? ¿Será alguno de los finalistas capaz de romper todos los esquemas y conquistar nuevamente a Eddy Vásquez?
La respuesta llegará este miércoles a las 8 de la noche por TVN, cuando se celebre la gran final de Canta Conmigo. Un cierre de temporada que promete emociones fuertes, talento puro y, quizás, ese anhelado suspiro de admiración que solo Eddy puede ofrecer.