Archivos desclasificados: El panameño que afirmó que le ofrecieron asesinar a Luther King y dos estadounidenses detenidos en Panamá
En un documento clasificado durante más de medio siglo, la CIA archivó una declaración asombrosa: un marinero panameño afirmó ante el Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) que formaba parte de las extintas Fuerzas de Defensas, de haber recibido, seis años antes del asesinato de Martin Luther King Jr., una oferta sospechosa de un empresario estadounidense que describió al líder afroamericano como "nuestro mayor problema" .
Ciudad de Panamá/El Gobierno de los Estados Unidos desclasificó el pasado lunes 21 de julio alrededor de 6 mil archivos relacionados con el asesinato de Martin Luther King Jr., a pesar de las preocupaciones de la familia del líder de los derechos civiles.
El pasado 23 de enero, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó por decreto desclasificar archivos gubernamentales sobre el asesinato del expresidente John F. Kennedy y los de su hermano Robert F. Kennedy (revelados en marzo), así como los de Martin Luther King Jr., asesinado el 4 de abril 1968.
Dentro de estos miles de documentos desclasificados, aparecen dos que guardan relación con Panamá: el primero sobre las declaraciones de un marinero panameño que asegura que se le ofreció el "trabajo" de asesinar al Dr. King, y otro que indica la captura de dos estadounidenses vinculados a las investigaciones.
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El testimonio olvidado
En un documento clasificado durante más de medio siglo, la CIA archivó una declaración asombrosa: un marinero panameño afirmó haber recibido, seis años antes del asesinato de Martin Luther King Jr. Una oferta sospechosa de un empresario estadounidense que describió al líder afroamericano como "nuestro mayor problema".
El protagonista de esta declaración es Roderick Claflin Brown, un marinero que nació el 1 de julio de 1917, en Honduras Británica (hoy Belice), pero de madre panameña. Y que al momento que se dio el asesinato del King, residía en Panamá, en Pueblo Nuevo, específicamente en la Calle S, en el piso inferior de un caseron.
El testimonio de Roderick Claflin Brown vuelve a la luz, reabriendo preguntas incómodas sobre si el magnicidio de 1968 fue parte de una conspiración más amplia o si alguien ya planeaba eliminar al líder de los derechos civiles mucho antes de que James Earl Ray fuese condenado por el crimen.
James Earl Ray fue condenado por el asesinato y murió en prisión en 1998, pero los hijos de King han expresado dudas de que él fuera el asesino.
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El encuentro en un aeropuerto en Alabama
Según la declaración del marinero panameño, la cual dio a la sección de Homicidios del desaparecido Departamento Nacional de Investigaciones (DENI), todo comenzó el 26 de octubre de 1962, cuando Brown desembarcó en Mobile, Alabama (EE. UU.), a bordo del buque Texaco S.S. Southsea .
Mientras esperaba un vuelo junto a dos compañeros panameños, fue abordado por un hombre que se identificó como Marvin P. Littrell , propietario de Littrell Motor Co. en Athens, Alabama.
Según la declaración de Brown, registrada por las autoridades panameñas en abril de 1968, tras el asesinato de King, Littrell le preguntó directamente:
"¿Conoces a Martin Luther King?"
Brown respondió que no, pero que había leído sobre él. Fue entonces cuando Littrell dijo algo que nunca olvidaría:
"Este hombre es el único problema que tenemos en nuestro camino. Nos está causando muchos inconvenientes."
Sin más explicaciones, Littrell le ofreció empleo y le entregó una tarjeta de negocios:
"Cuando llegues a Panamá, escríbeme si estás interesado en trabajar para mí" , le dijo.
La carta
Brown no respondió de inmediato. Pero el 23 de enero de 1963, desde Nueva York, escribió a Littrell expresando interés.
Lo que recibió fue una carta fechada el 2 de febrero de 1963, en la que Littrell confirmaba que el trabajo aún estaba disponible, pero cuestionaba por qué Brown necesitaba 75 dólares para viajar, cuando un boleto de autobús costaba menos de 40.
"Estoy dispuesto a ayudarte en lo que pueda, pero me parece extraño que necesites tanto dinero", respondió Marvin P. Littrell, en carta a Roderick Claflin Brown.
Brown, tras consultar con familiares y amigos en Nueva York, llegó a una conclusión escalofriante: el "trabajo" era asesinar a Martin Luther King Jr.
"Todos coincidimos en que lo que este hombre quería era que matáramos a Dr. Luther King." Brown decidió no responder. Guardó la carta. Y archivó el incidente hasta abril de 1968.
El asesinato que lo cambió todo
Cuando Martin Luther King Jr. fue asesinado el 4 de abril de 1968 en Memphis, Brown, ya de regreso en Panamá, Brown recordó la conversación de 1962.
Convencido de que su testimonio podía arrojar luz sobre el crimen, acudió voluntariamente al DENI. Allí, el 16 de abril de 1968, firmó una declaración detallada, que también tenía la firma del entonces director de la entidad de investigación panameña, Domitilo Córdoba.
La información llegó rápidamente a la CIA, que la reenvió al FBI en un memorando fechado el 2 de mayo de 1968, firmado por James Jesus Angleton, jefe de Contrainteligencia de la agencia: "Adjunto para su información: una copia de la carta de Littrell, la declaración en español de Brown y su traducción al inglés."
Hasta la fecha, no hay registros públicos significativos sobre Marvin P. Littrell más allá de su empresa en Athens, Alabama. No hay vínculos conocidos con grupos extremistas, la mafia o agencias de inteligencia.
Pero su dirección —921-25 South Clinton Street, Athens, Alabama — está en una región con fuerte actividad del Ku Klux Klan (KKK) que es un grupo de odio terrorista supremacista blanco estadounidense de extrema derecha en la década. Además, el hecho de que un empresario desconocido contactara a un marinero extranjero para una "oferta de trabajo" no especificada, en conexión con King, es altamente sospechoso.
Dos ciudadanos estadounidenses detenidos
Aunque parece no guardar relación con la historia de Brown, en los días posteriores al asesinato de Martin Luther King Jr. el 4 de abril de 1968, las autoridades panameñas detuvieron a dos ciudadanos estadounidenses bajo sospecha de estar vinculados al crimen, según un documento desclasificado en 2022 bajo la Ley de Registros del Asesinato del Presidente John F. Kennedy de 1992 .
La detención se produjo tras una alerta emitida por Costa Rica, que identificó a los dos individuos como personas de interés en relación con el magnicidio. Aunque las autoridades panameñas confirmaron la detención, no se especificó la base concreta de la sospecha, lo que llevó a la CIA a solicitar información urgente a sus contactos de enlace: "¿Por qué Costa Rica sospechaba de estos dos individuos?"
Según el informe, los dos estadounidenses habían viajado desde San José (Costa Rica) a Ciudad de Panamá a través de la Carretera Panamericana.
Uno de ellos fue identificado como Aaron B. Coolidge, mientras que el otro, mencionado como Jolman, supuestamente había entrado y salido de El Salvador, Honduras y Nicaragua entre el 17 y 18 de abril de 1968. Sin embargo, no hay evidencia de que Jolman haya transitado por Costa Rica, lo que complica la cadena de eventos.
El documento, clasificado como confidencial y emitido por la CIA, no incluye detalles sobre el año del vehículo en el que viajaban ni el estado de emisión de la placa mencionada en el reporte original.