De millones y billones: una guía para los perplejos

Dinero
Billetes de diferentes denominaciones de dolares / Pixabay

Ciudad de Panamá, Panamá/En algún momento en las últimas tres décadas, Panamá pasó —sin mucha fanfarria— de medir las divisiones de su gasto público en millones de dólares —que habían marcado la segunda mitad del siglo pasado— a los miles de millones de dólares que hoy se mueven, no siempre con destinos claros. 

Tal magnitud a veces es referida, erróneamente, como billones de dólares.

Pero, ¿Cuál es la diferencia entre miles de millones y billones? ¿Y trillones? ¿Cuándo pasó precisamente Panamá de manejarse en millones a miles de millones? ¿Y cuándo podríamos ver nuestro primer billón?

Veamos.

Contexto

En una reciente edición del programa matutino de TVN, Mesa de Periodistas, el doctor Jorge Ritter —ocupante de la Silla N de la Academia Panameña de la Lengua (APL)— habló sobre el tema de los millones, billones y trillones en relación a la noticia de que el valor de la empresa de semiconductores NVIDIA superó los dos millones de millones de dólares —two trillion dollars— gracias al auge de los chips para la inteligencia artificial.

El autor de esta nota se refirió equivocadamente a esa cifra como dos trillones.

A lo cual el integrante de la APL comentó: “Una aclaración con las cifras, porque son esas cifras que uno no sabe ni cómo manejar: [el] trillón americano [es] un millón de millones. Para ponerlo en otras cifras: es uno con doce ceros”.

“Pero el trillón para nosotros, los de habla hispana, es un millón de billones, o sea que es, en realidad, un uno con 18 ceros”.

“Así como los americanos hablan de billones cuando nosotros debemos decir mil millones o millardos, los trillones son millones de billones”.

La aclaración es relevante no solo porque el trillion de los Estados Unidos está en boga, sino porque incluso antes, en el inglés, había también una diferencia marcada, con los británicos —hasta 1974— compartiendo el sentido hispanohablante.

Imagen de los dólares.
Imagen de los dólares. / Foto cortesía: Pixabay

Miles y millones

Para comprender el asunto bien, esta nota comparará estas magnitudes para ver cómo se distinguen.

Empezamos por el uno con tres ceros: el mil.

Esta es la escala a la que se manejan muchos de los salarios de Panamá, particularmente de los funcionarios, que tienen un salario promedio de $1,600 comparado a los cerca de $700 de la población en general.

En inglés, se le dice propiamente thousands.

Informalmente, se le conoce en inglés como k —de prefijo kilo, del griego antiguo chilioi o mil— o G —de grand— por lo que no es inusual escuchar hablar en países angloparlantes de 20k o 50G para referirse a 20,000 o 50,000, respectivamente.

Para tener una idea sensible de la magnitud, podríamos indicar que mil segundos son cerca de 17 minutos.

Agregamos tres ceros: 1,000,000.

Aquí tenemos al familiar millón que —afortunadamente— es casi la misma palabra que el million en inglés.

Al inicio de la República de Panamá, el presupuesto se manejaba en esta magnitud: en 1905, el Gobierno Nacional recaudaba cerca de los $10 millones y el gasto público totalizaba los $14 millones.

Ajustado por la inflación, estos valores serían el equivalente de hoy día de más de $310 millones y $430 millones, respectivamente.

El famoso término millonario —millionaire en francés e inglés— empezó a tener auge en la literatura cerca de 1850 para describir las fortunas de los magnates comerciales de Manchester y Liverpool en Inglaterra, posterior al inicio de la Revolución Industrial.

Tal época marcó el paso de las grandes riquezas de terratenientes a las entonces increíbles fortunas de los propietarios industriales.

Luego, el término explotó en popularidad hacia 1900, y desde entonces se ha mantenido relativamente usado en la literatura, más aún en las décadas recientes.

Y mientras mil segundos son cerca de 17 minutos, un millón de segundos son doce días.

Ciudad de Panamá
Ciudad de Panamá / TVN Noticias

Millardos y billones

Tres ceros más: 1,000,000,000.

Aquí es donde usualmente empieza la confusión: mil millones en español, one billion en inglés.

En español también se le conoce como el millardo, adaptado del francés milliard.

Y, como mencionamos, incluso dentro del inglés había una confusión.

Hasta la década de 1970, los británicos decían, entre otros, a thousand million, igual que nuestro mil millones, mientras que los estadounidenses, ya para 1870, usaban billion, influenciados por sus aliados franceses, quienes cambiaron el significado.

Al convertirse Estados Unidos en la potencia global, posterior a la Segunda Guerra Mundial, su uso de billion para mil millones cobró más fuerza.

En 1974, el primer ministro del Reino Unido, Harold Wilson, oficializó el cambio en uso, indicando en una carta a otro parlamentario que “la palabra billion es ahora usada internacionalmente para significar mil millones y sería confuso si ministros británicos la utilizaran en cualquier otro sentido”.

“Acepto que todavía se puede interpretar en este país como un millón de millones y pediré a mis colegas asegurarse que, si usan tal palabra, no debería haber ambigüedad sobre su significado”.

Después de 1974, a thousand million cayó fuertemente en desuso y nunca se recuperó.

Es en esta magnitud que se mide la economía panameña, la cual cerró en 2023 con un producto interno bruto de $84 mil millones.

¿Cuándo dio la economía nacional el salto de los millones a los miles de millones?

Pues fue a finales de la década de 1960, justo antes del golpe de Estado de octubre de 1968.

Tal magnitud también es la adecuada para medir la edad de la Tierra, que se calcula en más de cuatro mil millones de años.

Además sirve para medir a la población del mundo, la cual ya ronda las ocho mil millones de personas, el doble de las cuatro mil millones de personas que había en 1974.

Y si un millón de segundos son 12 días, mil millones de segundos son 32 años.

Trillones y más

Tres ceros más: 1,000,000,000,000.

Hemos llegado al verdadero billón en español —un millón de millones.

Bajo el sistema estadounidense, éste es el trillion, producto de su adopción, como ya vimos, del sistema francés de numeración durante el siglo 19.

Es con esta magnitud que medimos el tamaño de la economía global, la cual, al cierre de 2023, marcó un producto bruto de $105 billones —o millones de millones.

La economía más grande del mundo es la de Estados Unidos, que mide $27 billones. Sigue la Unión Europea como un conjunto, con $19 billones. Y tercera, la República Popular de China con $18 billones.

Si Panamá continúa creciendo cerca del 5% anual indefinidamente, su economía alcanzaría un valor de un billón de dólares en el año 2,358.

Y si mil millones de segundos son 32 años, un billón o trillion de segundos son 317 siglos.

Empujando la escala

Agreguemos tres ceros más: 1,000,000,000,000,000.

Este número en español se conoce como mil billones. 

En algunos casos se ha usado también la palabra billardo, adaptada del millardo, pero este uso no es popular ni tiene acogida por la Real Academia Española.

En inglés se le conoce como quadrillion.

Tal magnitud aún no tiene mayor utilidad en la economía, pero sí en la física moderna, utilizada, en parte, para la medición de partículas increíblemente pequeñas, como fotones y átomos.

Mil billones de segundos son 32 millones de años.

Y finalmente, llegamos al cierre de nuestra gira numérica, agregando tres ceros más: 1,000,000,000,000,000,000.

En español, éste es el trillón. En inglés, se le conoce como el quintillion.

El famoso cubo de Rubik —creado curiosamente en 1974 por el arquitecto húngaro Erno Rubik— tiene 43 trillones de posibles configuraciones.

Quizás, adecuadamente, aquí también se nos acaba el tiempo disponible: un trillón de segundos equivale a cerca de 32 mil millones de años, lo cual excede el tiempo que ha pasado desde el inicio calculado de la expansión del Universo.

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