Avalancha de casos de COVID-19 sobrepasó el Programa de Trazabilidad del Ministerio de Salud

La ministra consejera de Salud, Eyra Ruiz, lo atribuyó a que existen “demasiados casos y mucha indisciplina”.

El jefe nacional de Epidemiología del Minsa, Leonardo Labrador, explicó que la trazabilidad era una estrategia que consistió en darle seguimiento a los pacientes positivos y sus posibles contactos.

Equipos de trazabilidad.
Equipos de trazabilidad. / TVN Noticias
Urania Cecilia Molina - Corresponsal Digital
09 de enero 2021 - 10:22

Ciudad de Panamá/El Programa de Trazabilidad que creó el Ministerio de Salud (Minsa), entre los meses de junio y julio, para contener la propagación de la COVID-19 no funciona confirmaron a TVN-2.com fuentes relacionadas con la atención de la pandemia.

La ministra consejera de Salud, Eyra Ruiz, lo atribuyó a que existen “demasiados casos y mucha indisciplina”, mientras el jefe nacional de Epidemiología del Minsa, Leonardo Labrador, coincidió en que la avalancha de enfermos en los dos últimos meses del año pasado sobrepasó al programa de trazabilidad o búsqueda de contactos de pacientes positivos.

Este programa lo intentan rescatar en estos 15 días de cuarentena.

Un botón para la muestra

Realizan trazabilidad en Vista Alegre, Arraiján.
Realizan trazabilidad en Vista Alegre, Arraiján. / Cortesía.

Las historias de pacientes que sobrevivieron a la COVID-19 por sus propios medios o con el apoyo de sus familiares, porque no encontraron respuestas en el sistema sanitario público, se repiten a diario y por doquier. Este es el caso de José, quien prefirió ocultar su apellido y lugar exacto de residencia.

Las preguntas de cómo y dónde se contagió no son fáciles de responder, debido a que vive en uno de los corregimientos del distrito de Panamá con una alta transmisión comunitaria, pero lo que vivió desde que sospechó que se infectó hasta la salida del hospital demuestran la fragilidad en que se encuentra en este momento el Programa de Trazabilidad y el sistema de salud en general.

Una sensación de fiebre y un ardor en los ojos le anunciaron a José que el virus penetró su organismo. Como tiene un amigo que es doctor no dudó en llamarlo. Le recomendó acudir a una instalación de salud para hacerse el hisopado y mientras tanto tomar unos medicamentos que le recetó, entre estos para bajar la fiebre.

Corrían los primeros días del mes de diciembre. Las calles estaban llenas y los lugares para hacer los hisopados también. Habían pasado dos días desde los primeros síntomas cuando logró que lo atendieran. Le dijeron que los resultados se entregaban en cinco días y le comentaron sobre “lo bueno” de tener un médico que vigilará la evolución de la enfermedad, al conocer que desde los primeros síntomas recibió asistencia médica de manera privada.

El comentario le llamó la atención y lo llevó a pensar sobre cómo sería la atención que se brindaba en el sector público a los pacientes con la COVID-19. Cinco días después lo comprobó al llamar y seguir, sin éxito, las instrucciones que se ofrecen a través del número de teléfono 169 para conocer el resultado de su hisopado.

La conclusión del examen no hacía la diferencia. José sabía que padecía de la COVID-19. El olfato y el sabor desaparecieron, la fiebre seguía presente y la saturación de oxígeno en el cuerpo comenzaba a dar problemas. Diez días después de que se hizo el hisopado recibió una llamada del Ministerio de Salud para preguntarle si sabía que era positivo y si necesitaba el kit de medicinas y oxímetro. Respondió que no y le cerraron la llamada. Nunca le preguntaron si había otras personas que vivían con él o si existía la posibilidad de haber contagiado a otros. Veinticuatro horas después de esta llamada lo hospitalizaron.

Después de ocho días en el hospital regresó a su casa, aún con algunas secuelas, pero con la confianza y tranquilidad que le brinda saber que superó la enfermedad, pero su sorpresa con la atención para pacientes de la COVID-19 en el sistema público continuó. Cuatro días después de salir del hospital lo llamaron a su casa para informarle que iban a mandar su certificación o terminación de la cuarentena de 14 días, porque “nunca se enteraron que estaba hospitalizado”, sentenció.

Trazabilidad, un programa que funcionó hasta el pasado mes de octubre

El jefe nacional de Epidemiología del Minsa, Leonardo Labrador, explicó que la trazabilidad era una estrategia que consistió en darle seguimiento a los pacientes positivos y sus posibles contactos a través de un equipo multidisciplinario, el cual funcionó hasta el pasado mes de octubre.

De acuerdo a Labrador de julio hasta octubre los centros de operaciones de trazabilidad de las regiones de Salud tuvieron la capacidad de contactar y mantener los contactos de un paciente positivo del virus SARS-COV-2 en aislamiento dentro de sus casas, albergues y hoteles, según fuera el caso.

No obstante, a partir del pasado mes de noviembre se presentaron una serie de eventos que afectaron la capacidad del sistema de salud para contener el virus como la salida de la población sin ningún tipo de restricción, la veracidad de la información que daban los pacientes positivos sobre sus contactos o estos, (los contactos) se negaban a guardar cuarentena con el pretexto de que nunca se relacionaron directamente con el paciente.

Además de que pensaron que el pasado mes de diciembre iba a ser “tranquilo” por la pandemia, pero “hubo personas que no tuvieron ningún tipo de reparo y estaban transmitiendo el virus en la calle, porque se negaban a quedarse en casa, a pesar de haber tenido contacto con un positivo”, aseguró Labrador.

Todas estas situaciones llevaron a que se perdieran de vista algunos contactos de pacientes positivos, porque la atención primaria no tuvo la capacidad para contactarlos y aislarlos, lo que provocó un aumento acelerado de enfermos de la COVID-19 en provincias como Panamá y Panamá Oeste.

Una persona positiva puede tener entre 8 y 10 contactos, de los cuales, antes de octubre solo el 30% iba a desarrollar la enfermedad, mientras que ahora lo hace un 45%, lo que significa que la transmisión se aceleró y es más constante, indicó Labrador.

Ministra Consejera de Salud, Eyra Ruiz dijo que la indisciplina ha afectado la trazabilidad.
Ministra Consejera de Salud, Eyra Ruiz dijo que la indisciplina ha afectado la trazabilidad. / Foto/Tomada de Twitter

Por otro lado, sostuvo que aprovechan la cuarentena de 15 días que decretó el Gobierno para las provincias de Panamá y Panamá Oeste para tratar de contener la aparición de casos en sus conglomerados y residencias. La cuarentena les está dando la posibilidad a los equipos de trazabilidad de encontrar a varios familiares en casa para poder hisopados y aislarlos, aseguró.

El trabajo, señaló el funcionario, lo hacen en las comunidades con mayor incidencia de esta enfermedad como son los corregimientos de Tocumen, Juan Díaz, Río Abajo, San Francisco, Bella Vista y la 24 de Diciembre del distrito de Panamá, así como el corregimiento de Barrio Colón; en la Chorrera y Arraiján Cabecera, Vista Alegre, Juan Demóstenes Arosemena; en el distrito de Arraiján, provincia de Panamá Oeste.

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