La banca pública de Brasil inicia su desmantelamiento
La banca pública brasileña, concentrada en Banco do Brasil y Caixa Económica Federal, ha iniciado un proceso de desmantelamiento que incluye cierre de oficinas y reducción de personal, obligada por la digitalización y un cambio de principios que pone en peligro su ya casi olvidada vocación social.
Banco do Brasil, la mayor institución financiera del país, anunció esta semana un plan de despidos voluntarios con la intención de jubilar anticipadamente a 18 mil de sus 109 mil 159 trabajadores y sus perspectivas más optimistas es que se acogerán a él algo más de la mitad.
La reestructuración es aún más profunda porque, en un comunicado enviado al mercado, el banco informó además que prevé el cierre de 402 oficinas, la transformación de otras 379 en puestos de atención automática y la eliminación de 31 superintendencias en diversos municipios.
Por otro lado, fuentes de la Caixa Económica Federal confirmaron a Efe que la entidad estudia un proyecto parecido, aunque a menor a escala, que podría afectar a 11 mil trabajadores y al cierre de al menos 100 agencias, aunque hasta finales de año no se pronunciarán oficialmente.
Estos ajustes poco tienen que ver con la profunda crisis económica que atraviesa el país, pues Banco do Brasil obtuvo un beneficio neto de 3.645 millones de dólares en 2015, un 28 % sobre el año anterior, mientras que las ganancias de Caixa Económica Federal crecieron un 0,9% hasta los mil 895 millones de dólares.
Se trata de algo más profundo que atañe directamente a su fundamento como banca pública: la transformación en entidades financieras de facto, olvidando su concepto social, y la relevancia que ha tomado para ellos un proceso de digitalización que avanza imparable.
Hace años, con un papel más político que comercial, el Banco do Brasil se propuso tener una oficina en cada municipio con un mínimo de habitantes para dar servicio a las comunidades agrícolas del interior del país.
"Y eso no es viable económicamente", dijo a Efe el profesor Fernando Meirelles, especialista del sector bancario de la Fundación Getulio Vargas.
El número de agencias de Banco do Brasil creció hasta hace dos años, cuando comenzó a descender hasta sumar en el cierre de 2015 un total de 5.429, un número aun así muy por encima de la competencia.
El Itaú-Unibanco, el privado más importante de Brasil, tiene 3.788 y la Caixa Económica Federal acumula 3.404, según datos de la Federación Brasileñas de Bancos (Febraban).
Sin embargo, Meirelles aprecia que Banco do Brasil tiene "hoy un papel muy poco social, es un banco normal" y además "ya no es el único que realiza financiamiento agrícola".