OCDE anima a Italia a sanear su banca para reactivar crecimiento
La OCDE animó a Italia a sanear su sistema bancario para "reactivar el crecimiento y la inversión privada", y favorecer la recuperación económica, que ha emprendido el país tras "una profunda y larga recesión" y que "aún es débil".
"Italia se recupera después de una profunda y larga recesión", explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un informe económico sobre el país presentado hoy en Roma.
"Las reformas estructurales, las buenas condiciones monetarias y fiscales, y los bajos precios en los productos básicos han ayudado a la economía del país", añade, aunque matiza que esta mejora aún es débil" y "la productividad continúa baja".
Así, entre las acciones fundamentales para atajar esta situación, la OCDE aconseja a Italia "devolver la salud al sistema bancario para reactivar el crecimiento y la inversión privada".
La banca italiana, recuerda el documento, "presenta bajos beneficios y altos niveles de préstamos morosos", que alcanzaban los "350.000 millones de euros a finales de 2015, un 18% del total de los préstamos pendientes" de cobro, una situación que "puede desalentar la concesión de préstamos y la inversión".
El organismo fundado en 1961 celebra que la banca haya aplicado medidas para afrontar esta cuestión pero sigue animándola a seguir vendiendo estos activos tóxicos.
En este sentido, cita a entidades como UniCredit, inmersa actualmente en una recapitalización de 13.000 millones de euros y que prevé vender en los próximos años 17.700 millones de euros en préstamos morosos.
También menciona a Monte dei Paschi di Siena, que negocia con el Gobierno italiano y las autoridades europeas un plan para su rescate con fondos públicos después de fracasar en diciembre en su intento de ampliar su capital en 5.000 millones de euros.
En casos como este último, en los que se requieran fondos públicos para salvar a bancos en dificultades, la OCDE sugiere que se aprovechen "al máximo las normas europeas y se impongan pérdidas a los accionistas y tenedores de bonos", aunque recomienda "compensar a los tenedores de bonos minoristas por las pérdidas en las que incurrirán".
En otro orden de cosas, la OCDE elogia las reformas estructurales emprendidas por el Ejecutivo italiano que han permitido "revertir los daños y perjuicios que la crisis infligió a la economía y al tejido social del país".
La OCDE calcula que el producto interior bruto (PIB) en Italia se situará en el 1 % en 2017 y en 2018, mientras que el déficit presupuestario se mantendrá en el 2,3 % en 2017 y en el 2,2 % en 2018.
Asimismo, avisa de que "el débil crecimiento económico, la baja inflación y la elevada evasión fiscal" contribuyen "a una lenta reducción del déficit presupuestario y a una elevada deuda pública".