Abogan por un entendimiento “mental” y “económico” en diálogo por Barro Blanco

El conflicto en Barro Blanco ya tiene más de un año. Los trabajos se mantienen en un 95% de avance, sin embargo, aún se desconoce cuál será el resultado del diálogo entre el Gobierno y la dirigencia indígena, con la mediación de las Naciones Unidas.

Para la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap), el tema de la seguridad jurídica en este proyecto es importante, ya que podría verse afectada.

“Hay compromisos de venta de energía, con los bancos, seguros, inversionistas, entre otros entes afectados”, detalló Eduardo De La Guardia, de la Cciap.

Al respecto, Roberto Meana, administrador de la Autoridad de los Servicios Públicos (Asep), señaló que el gobierno ha tenido comunicación con Generador del Istmo S.A. (Genisa), empresa encargada de realizar este proyecto, y negó que se le haya hecho a un lado en el diálogo.

El administrador de la Asep dijo que su objetivo es crear un “camino de paz” para que las obras se puedan finalizar. Hizo un llamado a un clima de diálogo en este sentido.

Situación

Para el ingeniero hidráulico ambiental, Manuel Zárate, en este proyecto se han detectado cosas preocupantes y que son de riesgo y amenaza para la presa. Señala que es importante que se anclen los estribos y se analicen las debilidades geológicas que puedan haber en el lugar.

“Hemos planteado la necesidad de más información para saber qué decisión tomar, pero no se tienen los suficientes elementos”, agregó Zárate.

Mientras que el cacique Chito Gallardo dijo que este proyecto fue rechazado desde el día uno, pero fue “impuesto por el gobierno”.

Aseguró que sus áreas religiosas se verán afectadas, porque en el río Tabasará –donde está el proyecto hidroeléctrico- se ubican estos sitios religiosos.