Arrestan a hombre por convivir con siete tigres que consideraba su 'apoyo emocional'
Estados Unidos
Actualmente, los siete tigres se encuentran bajo custodia de especialistas en fauna silvestre mientras se determina su destino final.
La tranquilidad del condado de Nye, en Nevada, se vio alterada tras el arresto de un hombre de 71 años identificado como K. M., quien mantenía en su vivienda a siete tigres bajo el argumento de que eran sus “animales de apoyo emocional”.
La intervención policial ocurrió luego de una serie de denuncias ciudadanas y de una investigación que, según el sheriff Joe McGill, reveló múltiples infracciones. “Ha habido publicaciones suyas en las redes sociales con personas interactuando con los animales, lo que también es una infracción”, indicó McGill en declaraciones a KSNV.
El operativo se llevó a cabo porque el hombre no contaba con los permisos requeridos para tener animales salvajes en una propiedad privada, como lo exige la legislación de Nevada. De acuerdo con la normativa estatal, aunque algunos estados permiten la posesión de grandes felinos bajo condiciones estrictas, como licencias especiales, instalaciones adecuadas y protocolos de seguridad, la mayoría de los propietarios particulares incumplen las regulaciones mínimas. Además, la organización Un Mundo Humano para los Animales alerta que en muchos casos estos animales no reciben atención veterinaria adecuada y son sometidos a prácticas crueles, como la extracción de garras o dientes, intentando infructuosamente volverlos “más seguros”.
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El caso de K. M. no es nuevo para las autoridades. Desde 2020, el condado de Nye había emitido órdenes para que retirara los tigres de su propiedad. Sin embargo, el hombre respondió demandando al condado, acusándolo de violar su intimidad personal y profesional, y reclamando más de un millón de dólares en concepto de daños, aunque sin éxito. Esta vez, al no atender los requisitos legales, la policía decidió proceder con su arresto y el decomiso de los animales.
M. defendió su convivencia con los felinos asegurando que no representaban peligro alguno para los vecinos, insistiendo en que “los tigres son de apoyo emocional” y que su presencia era terapéutica. No obstante, el riesgo de mantener a siete depredadores de gran tamaño en un ambiente residencial resultó un argumento insuficiente ante las leyes estatales.
El incidente ha abierto nuevamente el debate sobre la necesidad de reforzar las regulaciones para la tenencia de animales exóticos en Estados Unidos. Aunque para algunos el vínculo emocional con estos animales pueda ser real, expertos advierten que el bienestar de los felinos y la seguridad pública deben prevalecer.