Autoridades quieren que el rap en China se modere

Autoridades quieren que el rap en China se modere
Las autoridades comunistas han iniciado una brusca campaña anti-hip-hop. / Pixabay
Afp
08 de febrero 2018 - 16:21

Luego de que el rap, semi clandestino en China, saltó a la fama gracias a un programa musical, las autoridades comunistas han iniciado una brusca campaña anti-hip-hop para que se moderen los audaces raperos.

"No tengo necesidad de convertirme en estrella. Eso podría causarme problemas ahora", declaró a la AFP el rapero de Shanghai "Mafan Xiansheng" (Señor líos en mandarín).

El artista de 28 años está grabando en la actualidad un nuevo album, y dice que modera voluntariamente los textos de las canciones más críticas.

"Hay que ser inteligente. Incluso si es un poco liviano y débil, sigue siendo un album de hip-hop. Puse allí mi estilo. Alguien inteligente comprenderá el mensaje entre líneas", dice.

China no tiene la cultura urbana ni los ghettos negros en los que el hip-hop estadounidense se originó. El rap local apuesta a su tempo seductor y a palabras ancladas en realidades locales, como las desigualdades relacionadas con el crecimiento económico.

En ese contexto fue lanzado en 2017 el programa de telerrealidad "El rap de China". Contra toda expectativa este programa difundido en internet se convirtió en uno de los más vistos del país.

Los vencedores del programa obtuvieron titulares de la prensa popular y lograron contratos con empresas disqueras. Y el rap se benefició de una excepcional difusión nunca vista en China.

Sexo y droga

"Aunque no gustaba mucho el programa, logró mucha influencia. Se ganaba más dinero y las chicas nos querían más", dice sonriendo "Señor líos".

Pero la breve primavera del rap chino parece haber terminado. Difícil de imponerse en un país donde el Partido comunista ve con desconfianza cualquier cultura cuyos valores morales están tan alejados de los suyos.

En agosto, el artista "Fat Shady" tuvo gran éxito luego de un rap que era una diatriba contra los "extranjeros estúpidos" que viven en China.

El mes pasado, PG One, co-vencedor del programa de tele realidad se vio en la mira de las autoridades. Se le reprocha haber glorificado el sexo y la droga en una canción de 2015 y de haber tenido una supuesta relación con una actriz casada.

El golpe llegó a mediados de enero: una directiva gubernamental prohibió de antena a los "artistas con tatuajes, a la música hip hop" y a los músicos "en conflicto con los valores esenciales y la moral del partido" comunista.

Consecuencia: la temporada 2 de "El Rap de China" está ahora en veremos. Y algunos raperos se quejan de haber sido borrados de las listas por las salas de concierto y los productores.

'Queremos expresarnos y punto'

Esto recuerda lo que ocurrió con el rock chino en los años 1990. Este género musical estaba entonces en pleno auge, pues se movía en sintonía con las preocupaciones de una juventud sin brújula a causa de los drásticos cambios socio-económicos. Luego, el Partido decretó prohibiciones de aparecer en televisión y restringió los conciertos.

¿El hip-hop está también condenado? Algunos se preocupan por algo aun peor: la recuperación por parte de las autoridades.

El grupo "CD Rev", originario de Chengdu (suroeste), produce ya un hip-hop "patriótico" acorde con el Partido. Uno de esos clips fue realizado por el estudio de una organización comunista juvenil. Los puristas denuncian que es una música propagandística.

Para los artistas más críticos como Naggy, de Shanghai, el futuro es muy incierto.

"No queremos encontrar un nuevo medio para expresarnos. Queremos expresarnos, y punto", declaró a la AFP.

Y la actual campaña anti-hip-hop afecta inclusive a los raperos más o menos consensuales como "Señor líos", que rapea sobre historias de amor, sus padres o su infancia en Shanghai.

De repente, sus ambiciones van a la baja.

"Aunque el hip-hop muera un día en China, compondré siempre canciones de rap. Las grabaré y me las cantaré a mi mismo".

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