El incomprendido arte digital llega a Argentina

El artista multimedia español Solimán López llega a Argentina para hacer reflexionar al público sobre el papel de la tecnología en la era contemporánea y reivindicar el poco "comprendido" arte digital frente al más clásico y "material", que en una entrevista con Efe califica de "obsoleto".

"Toda vanguardia tiene un poso temporal que la sociedad tarda tiempo en entender" y aunque "el arte digital está súper extendido" todavía "falta que se produzca una adaptación al imaginario colectivo", asegura López.

El artista es también director de innovación de la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia (ESAT) que impulsa su gira "Dataismo" por Brasil, Argentina y Uruguay -iniciada el pasado 10 de junio- y en la que acerca a la audiencia esta "corriente artística" que ha generado la era digital.

Para él, las creaciones digitales no son todavía una "institución", como en el caso de las plásticas, porque "el que manda es el mercado" y éste todavía sigue muy vinculado al arte tangible.

A su juicio, los coleccionistas todavía no han comprendido que "tener un cuadro en casa es obsoleto" y la cultura "se está desmaterializando". "Hasta que no lo asimilen, va a ser muy difícil que cale en la sociedad", agrega López a Efe.

A esto se suma que los profesionales y las "altas esferas" no saben llegar a los creadores que operan a través de las nuevas tecnologías mientras que los jóvenes, que controlan mejor las herramientas digitales, realmente "no saben" que están accediendo al arte.

En ese sentido, considera que en el caso de la audiencia se enfrentan a un paradigma complicado y por ello, siempre que expone sus trabajos los acompaña de talleres, charlas, debates y cursos de formación que ayudan a hacer más accesible esta nueva realidad.

Es el caso de su viaje por Argentina en el que visitará Buenos Aires, Tucumán (norte), Córdoba (centro) y la localidad de Bahía Blanca, 570 kilómetros al sur de Buenos Aires, para presentar, entre otros, su obra colectiva Harddiskmuseum.

El proyecto consiste en un disco duro que funciona como un "museo de archivos únicos digitales" que recopila trabajos de 13 artistas internacionales que no se encuentran en ningún otro lugar -en ocasiones, ni siquiera en los propios ordenadores de los creadores- y que busca ampliar durante su viaje con la contribución de obras locales.

Se trata de una especie de museo en sí mismo que va viajando por el mundo de mano de López, quien asegura que aunque controla las tecnologías, le gusta acercarse a ellas desde un punto de vista más "conceptual" y "reflexivo" que estudie su papel en el mundo contemporáneo.

El director de la ESAT también realizará durante su gira la performance "Tecnometrías" en la que a partir de un escáner 3D y la grabación de vídeo, mide la superficie de un espacio directamente con su disco duro, el cual queda cargado de información de los asistentes que después registra en papel.

Bajo su punto de vista, no es necesario realizar grandes inversiones en tecnología para sus trabajos, ya que él sólo viaja con su disco duro, su escáner 3D y una cámara "go-pro" para registrar "espacios e individuos".

Todo "cabe en una mochila", dice y está destinado, desde el principio de su carrera, a "reactualizar la historia del arte a través de lo digital".