El gran festival de los puros cubanos viste La Habana de humo y lujo

Fotografía de un local del XIX Festival del Habano en La Habana (Cuba).
Fotografía de un local del XIX Festival del Habano en La Habana (Cuba). / EFE
Efe
28 de febrero 2017 - 14:26

El 19 Festival Internacional del Habano comenzó hoy en la capital cubana con la asistencia de más de 2.000 visitantes de 50 países que durante cinco días se dejarán envolver por el humo y la exclusividad de los cigarros artesanales de la isla caribeña, los mejores del mundo según los expertos.

La cita, organizada por la empresa cubano-española Habanos S.A y que incluye una concurrida feria comercial, arranca con optimismo por los buenos resultados comerciales de la firma en 2016: un aumento de 5 % de las ventas que contrasta con el estancamiento general del sector de los productos de lujo.

"Ha sido un muy buen año, es un éxito y más cuando nos comparas con la industria del lujo, que permaneció bastante plana a lo largo del año pasado", señaló a Efe el copresidente de Habanos S.A., el español Luis Sánchez-Harguindey.

La firma es una empresa mixta a partes iguales entre la estatal Tabacuba y la entidad española Altadis perteneciente al grupo inglés Imperial Tobacco, que comercializa en 150 países las 27 marcas de puros premium hechos a mano en Cuba.

Las ventas registradas el año pasado ascendieron a 445 millones de dólares con España, Francia, China, Alemania, Cuba y Suiza como destinatarios principales, y con el mercado estadounidense aún vetado por el embargo económico y comercial que ese país mantiene sobre la isla.

Sin embargo, la industria tabaquera de la isla recibió a finales de 2016 otra buena noticia: un nuevo relajamiento de las sanciones de EE.UU. que permite a los viajeros de ese país importar sin límites, para uso personal, tabaco y ron cubano en los equipajes.

Hasta octubre pasado los estadounidenses que viajaban a la isla solo podían llevarse de vuelta a casa el equivalente a 400 dólares en productos locales, incluidos 100 dólares de alcohol y tabaco.

"Creemos que todo lo que sea no discriminar el habano frente a puros de otros orígenes es positivo. Ahora los visitantes norteamericanos tienen la oportunidad de llevarse a EE.UU. la misma cantidad de habanos que de tabacos de otros orígenes. Es una medida que ayuda a ir eliminando las restricciones", indicó Sánchez-Harguindey.

Hasta el próximo viernes, los asistentes al Festival se zambullirán en todos los aspectos que rodean este artesanal mundo del tabaco, desde visitas a las plantaciones o vegas de la provincia de Pinar del Rio (oeste) hasta la liturgia que conlleva su consumo, pasando por las fábricas en las que cada cigarro se sigue torciendo a mano como hace dos siglos.

Este festival es también el elegido por Habanos para presentar cada año sus lanzamientos mundiales, que en 2017 están protagonizados por las marcas Montecristo, Quai D'Orsay y H.Upmann, explicó en rueda de prensa el director de Márketing Operativo de la firma, Enrique Babot.

H.Upmann presentará Sir Winston Gran Reserva 2011, con cinco años de añejamiento en todas sus hojas y del que "se producen solo 5.000 estuches para todo el mundo", refirió Babot.

Mientras, Montecristo lanzará al mercado su línea "1935", la más exclusiva de la marca y que por primera vez apuesta por "vitolas con territorio de sabor fuerte".

En la cita se difundirá también el nuevo diseño y vitolas de Quai D'Orsay, así como ediciones limitadas 2017 de las marcas Cohíba, Partagas y Punch.

Otros de los reclamos del Festival del Habano son las conferencias sobre diferentes aspectos de la cultura del tabaco, las clases magistrales -este año destaca una sobre el torcido "totalmente a mano"- o los maridajes, que en esta edición serán con ron y, como novedad, con varios tipos de brandy de la región española de Jerez (Andalucía, sur de España).

También regresa el concurso internacional "Habanosommelier", aunque en esta ocasión ha desaparecido del programa el curioso concurso dedicado a la ceniza más larga.

Se repetirán también las pintorescas noches de gala, en las que se presentan las novedades mientras los -en su mayor parte- adinerados asistentes degustan una cena mientras en el ambiente se van condensando las volutas de humo de los exclusivos cigarros fumados entre plato y plato.

La última noche, el viernes, tendrá lugar otro de los clásicos del Festival, la subasta de humidores.

Este año se subastarán seis exclusivos diseños hechos a mano y los fondos recaudados serán donados, como es tradición, al sistema público de salud de Cuba.

Hasta que una enfermedad lo apartó del poder en 2006, cada uno de los humidores subastados llevaba la firma del líder cubano, Fidel Castro, fallecido en noviembre pasado a los 90 años y durante décadas ávido fumador de puros hasta que debió dejar el hábito por motivos de salud.

En ocasiones anteriores pudo verse en las cenas de gala del Festival a rostros conocidos como los actores Joseph Fiennes y Jeremy Irons, la modelo Naomi Campbell, deportistas como Nikki Lauda o Boris Becker e incluso la incombustible heredera Paris Hilton, pero para esta edición no se ha anunciado la presencia de ninguna celebridad.

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