Día de la Tierra 2025: Cómo las decisiones sostenibles están transformando el planeta

En 2025, la reflexión sobre el impacto del consumo humano es más necesaria que nunca. De la industria de la belleza a la moda, la alimentación y la tecnología, cada vez más marcas están transformando sus procesos en favor del planeta. Y aunque las tendencias parecen positivas, el cambio real viene impulsado por un compromiso consciente y sostenido, no por campañas de marketing.

En el sector de cuidado personal, algunas marcas han marcado diferencia real con prácticas que van más allá de lo superficial. La empresa holandesa Bloomeffects, por ejemplo, cultiva sus ingredientes en campos de tulipanes en Ámsterdam bajo estrictos estándares de agricultura responsable. Su equipo enfatiza que “la misión es proteger la tierra que da vida a su ingrediente estrella, promoviendo un ciclo de belleza consciente que honra la naturaleza todos los días del año”, según explicó su fundadora, Kim Jensen.

En Estados Unidos, Fulton & Roark ha optado por envases recargables en sus desodorantes sólidos, fabricados para durar y con fórmulas basadas en minerales y extractos botánicos. Su cofundador, Kevin Keller, ha señalado que “cuidar la piel y reducir el desperdicio no son objetivos incompatibles”.

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Más reconocida a nivel global, Kiehl’s transformó parte de su producción mediante envases recargables, logrando reducir hasta un 81% de plástico utilizado en algunos de sus productos más icónicos. “Queremos ofrecer eficacia sin sacrificar el compromiso ambiental”, ha declarado Lindsey Ahern, directora global de sostenibilidad de la compañía.

Innisfree, procedente de Corea del Sur, también ha apostado por fórmulas veganas y alianzas con TerraCycle para dar una segunda vida a los envases. Su directora de responsabilidad corporativa, Seungah Jeong, destacó que “hemos sembrado más de 300.000 árboles en diferentes partes del mundo para compensar nuestro impacto”.

Y entre los esfuerzos colectivos, iniciativas como Beauty (Re)Purposed de Pact Collective permiten reciclar envases cosméticos difíciles de procesar, democratizando el acceso al reciclaje más allá de la venta de nuevos productos.

No solo el sector cosmético está actuando. En la industria de la moda, marcas como Patagonia llevan décadas implementando procesos sostenibles. La empresa estadounidense utiliza materiales reciclados y orgánicos, repara ropa usada para prolongar su vida útil y dona parte de sus ganancias a causas medioambientales. Patagonia también promueve activamente la reducción del consumo excesivo, algo poco común en la industria.

En el sector tecnológico, Fairphone propone dispositivos móviles modulares, diseñados para ser reparables y duraderos, reduciendo así la cantidad de residuos electrónicos. Según Eva Gouwens, directora ejecutiva de la compañía, “el verdadero avance tecnológico del futuro será la sostenibilidad”.

En alimentación, Oatly ha revolucionado el mercado de las bebidas vegetales apostando por la avena como alternativa a la leche de vaca, minimizando la huella hídrica y de carbono. Asimismo, empresas como Beyond Meat e Impossible Foods siguen ganando espacio con sus alternativas de origen vegetal a la carne tradicional, buscando reducir los niveles de deforestación, emisiones de gases y consumo de agua.

De acuerdo con el último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), aproximadamente el 21% de las emisiones globales provienen de los sectores de la moda, belleza y alimentación combinados. Esto subraya la importancia de tomar decisiones de consumo más informadas.

El Día de la Tierra no solo invita a celebrar la naturaleza; llama a cuestionar los hábitos diarios y exigir mayor responsabilidad a las industrias. Optar por productos con empaques recargables, elegir ropa hecha de fibras recicladas, preferir alternativas de alimentos vegetales o apostar por tecnología reparable son pasos pequeños pero significativos.

A pesar de los avances, el consumo consciente no debería quedarse en la elección de productos “eco-friendly”. También implica valorar la durabilidad, reparar en vez de reemplazar y educarse sobre el verdadero impacto de cada compra.